MEMORANDUM
26 - Nutricion
“El
viaje de mil millas comienza con el primer paso” Proverbio
BUDISTA
Es
común creer que
para mantener un buen estado de salud es suficiente comer bien y
hacer algo de ejercicios. Sin embargo, existen otros factores tan
importantes o más que estos dos mencionados, tanto a nivel físico,
energético, espiritual y ambiental, los cuales integran una red que
sostiene la vida del ser humano. Precisamente a este concepto en la
antigua Grecia se lo conocía como “salud holística, global o
integral”, y que hoy gracias al avance de la ciencia, cada vez más
se va comprendiendo que este enfoque milenario se proyecta como la
ciencia del futuro. De tal forma que lo invitamos a que demos un
recorrido simple pero sustancioso en este camino de oportunidades
para nuestro propio bienestar y el hábitat en que vivimos.
La
alimentación es, sin duda, uno de los principales factores que
influyen en la salud. Decía el doctor Osler, famoso medico
canadiense, que el 90% de todas las enfermedades, sin contar las
infecciones y los acci dentes, están relacionadas con la
alimentación[1].
La alimentación es un pro ceso voluntario y consciente, y por lo
tanto, educable. Depende de una decisión libre del individuo. Por
ello, un cambio en los hábitos alimenticios hacia otros más sanos,
requiere de una elevada concientización y disciplina. En
condi ciones normales, si no hay ningún proceso patológico en el
sistema diges tivo, una buena alimentación debe traducirse en un
buen estado nutritivo. El consumo diario de alimentos debe sumar las
cantidades nutricionales requeridas por el organismo[2]*.
Físicamente,
los nutrientes se absorben durante el proceso diges tivo, que inicia
en la boca y termina en la evacuación de los desechos orgá nicos.
En todo su recorrido, el cuerpo asimila los nutrientes por medio de
las vellosidades intestinales e ingresan al torrente sanguíneo. Una
vez que recorren el circuito de la digestión, absorción y
metabolización, finalmente los nutrientes llegan a cumplir las
diversas funciones.
Parte
de las sustancias nutricionales pasan por el ciclo de kreps[3]*,
donde son transformadas en sustancias energéticas –
convirtiéndose en el combustible para la célula – y ésta a su
vez para el órgano al que perte nece. En resumidas cuentas, una gran
parte de los alimentos consumidos se convierten en energía y otros
se transforman o potencializan la adquisi ción de vitaminas,
minerales, grasas, carbohidratos y aminoácidos entre otros.
Precisamente estas transformaciones se las conoce como procesos
alquímicos naturales.
De
igual forma, en el recorrido de los alimentos durante el pro ceso de
producción hasta la comercialización, se adhieren diferentes
sus tancias energéticas y químicas. Todas ellas llegan a influir en
la salud de cualquier persona. La sumatoria tanto de los nutrientes
físicos y energéticos se denomi nan, SENI’S [4]*.
Estas
sustancias energéticas y nutricionales integradas, tonifican y
revitalizan a cada una de las células y órganos del cuerpo. La
calidad de dicha energía está en función a la calidad de las
frutas, vegetales, legumbres, mieles, y otros alimentos que se
consuman. Es mucho más conveniente consumir estos productos
alimenticios en su estado natural, así pueden aprovecharse de mejor
forma las SENI’S al igual que los llamados ultra-nutrientes. Estos
se desarrollan producto a los procesos alquímicos energéticos que
se llevan a cabo en la combinación entre los minerales de la tierra,
la energía solar, el agua y la energía vital de la propia planta y
el medio ambiente en general.
Cuando
la persona inicia el proceso de la digestión en la masticación, los
ultra-nutrientes ingresan al organismo por medio de las redes
nerviosas que se encuentran en las papilas gustativas, las glándulas
salivales, la tráquea, y el esófago. El cuerpo va recibiendo
beneficios de gran mag nitud, como ser: ayudar a la recuperación de
la funcionalidad óptima de alguno órgano que lo requiera, elevar
los niveles de vitalidad en la persona, generar una mayor estabilidad
bioenergética en el sistema nervioso y adquirir un balance emocional
y mental.
El
consumo de los ultra-nutrientes también eleva el nivel espiritual de
una persona. Activa la conciencia y amplifica las virtudes, los
sentimientos nobles, y aumenta la sensibilidad por el cuidado de su
hábitat y la de los otros seres vivos. Dicen las sagradas escrituras
hebreas: “Mejores
la comida de
legumbres donde
hay Amor…”[5].
Para
aprovechar la existencia de dichas sustancias energéticas en la
naturaleza, se recomienda buscar alimentos que no hayan perdido en un
alto porcentaje o en su totalidad este tipo de energía vital
ultra-nutritiva, como ocurre con los alimentos genéticamente
modificados, empaqueta dos, irradiados, contaminados por pesticidas,
cocinados o recalentados en hornos microondas[6]*,
y frutas que no tengan semillas[7]*.
Recuerde
que en la medida que se consuman alimentos naturales de buena
calidad, así también será la calidad de energía que se obtenga.
[1] Pamplona,
Jorge Roger. Disfrútalo.
Alimentos que curan y previenen. Ed.
Safeliz. California, Estados Unidos: Safeliz, 2000, p.19
[2]*
Los requerimientos
diarios según
la Organización Mundial de la Salud, se clasifican en Proteínas,
Vitaminas, Minerales, Carbohidratos, Grasas y fibra vegetal. Las
cantidades varían de acuerdo a la edad.
[3]* El Ciclo
de kreps (también
llamado ciclo
del ácido cítrico o ciclo
de los ácidos tricarboxílicos)
es una ruta metabólica, es decir, una sucesión de reacciones
químicas, que forma parte de la respiración celular en todas las
células aeróbicas. En organismos aeróbicos, el ciclo de Krebs es
parte de la vía catabólica que realiza la oxidación de glúcidos,
ácidos grasos y aminoácidos hasta producir CO2,
liberando energía en forma utilizable (poder reductor y GTP). El
metabolismo oxidativo de glúcidos, grasas y proteínas
frecuentemente se divide en tres etapas, de las cuales, el ciclo de
Krebs supone la segunda. En resumen, el ciclo de kreps convierte los
nutrientes físicos en energía disponible para el funcionamiento de
la célula. Cortada, Francisco Javier. Diccionario
Medico Laboral.
TOMO 1 a-f. 1ra. Edición. Buenos Aires, Argentina: 1970, p. 402
[4]* SENI’S
(Sustancias Energéticas
y Nutricionales Integradas).
Las SENI’s provienen de la sumatoria de diferentes fuentes de
sustancias tanto físicas como energéticas que tienen los alimentos.
Entre las sustancias físicas están los propios nutrientes de las
frutas, vegetales o cualquier tipo de alimentos, que al metabolizarse
dentro de las células una parte se convierte finalmente en energía,
lo que contribuye a la funcionalidad de la célula y al órgano al
que pertenece. A esto se suman otras sustancias como la energía que
trae la fruta de los componentes de la naturaleza donde se
desarrollo, como ser: calidad de suelo, vitalidad de la planta y
otras, y las energías absorbidas durante toda la cadena de
producción hasta la comercialización. Por ej., no es la misma
calidad de energía de una fruta que fue cosechada en un estado casi
madura, y que sea comercializa inmediatamente en una feria de mercado
cercana, dentro de los 33 kilómetros. Que aquella fruta que tiene
que viajar miles de kilómetros y que el periodo de venta puede durar
más de 6 meses, para su preservación utilizan sistemas de
refrigeración y algunos casos de irradiación con uranio, así
evitar su rápida descomposición. Este tipo de frutas brinda poco o
casi nada de energía ultra-vitamínica, y la irradiación, según
resientes investigaciones científicas contribuye a la formación de
células cancerígenas. Una de las pruebas de esta destrucción
energética, es que estas frutas por lo general son estériles, ya
que en la semilla es donde se concentran las ultra-vitaminas, y si es
destruida por estos sistemas industriales, entonces no es
aprovechable de la misma forma como la fruta natural que no ha pasado
por estos procesos. Las frutas que no tienen semilla, presentan
similar desventaja, son estériles, para nutrir el cuerpo con
elementos energéticos que provienen de la misma naturaleza.
[5] Casiodoro
de reina. Sagrada
Biblia.
Antigua versión de Casiodoro de Reina 1569. Ed. La española,
España: Luz, 1904. Proverbios 15: 17, p.676
[6] *Los
alimentos preparados en hornos
microondas,
a pesar que tiene una sencilla explicación de su funcionamiento,
donde las moléculas polarizadas (que son fáciles de combinar con
oxigeno) o sea, el H20, comiencen a rotar las moléculas a gran
velocidad. Es por eso que las comidas que no tiene mucha agua o son
muy pocas humedad no se calientan muy bien. Mientras menos agua tenga
lo que vas a calentar, menos efecto hará. El asunto se torna
perjudicial por tres motivos principalmente, el primero porque la
fuente inicial para realizar esta aceleración es totalmente
eléctrica, por lo que afecta a las cargas iónicas de los alimentos,
desestabilizando su naturaleza. El segundo porque a nivel energético,
la energía vital del alimento se desestabiliza y desvanece en la
aceleración de las moléculas, quedando el alimentos desenergetizado
vitalmente. Se pierde un porcentaje de elementos vitamínicos y
minerales que son muy sutiles a cambios extremos de temperatura, algo
similar a la homogenización aunque en menor escala, pero
definitivamente hay pérdidas nutricionales.
[7] *
Las Frutas que no tienen semillas son estériles energéticamente. El
epicentro de toda fruta se concentra la energía vital, y esta es la
semilla.
Esta energía vital tiene la capacidad de poder activarse con otros
elementos cuando entra en contacto con el agua, el sol, la tierra y
la temperatura ideal para germinar una nueva planta. Es considerada
una energía de reproducción y tiene la posibilidad de ser absorbida
por el cuerpo por medio de la digestión, en el instante de la
distribución de los nutrientes tanto físicos como energéticos, las
glándulas endocrinas en especial las sexuales reciben estos
ultranutrientes, elementos que contribuyen a mantener un buen nivel
de funcionamiento de los mismos.