Beber apenas un refresco endulzado con azúcar de 12 onzas (35.5
centilitros) al día puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes
tipo 2 hasta un 22 por ciento, plantea un estudio europeo.
El hallazgo
se basa en un análisis de datos recolectados de más de 28,000 personas
en Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, los Países Bajos, España,
Suecia y Reino Unido.
El aumento en el riesgo de desarrollar
diabetes asociado con beber un refresco endulzado con azúcar al día se
redujo al 18 por ciento cuando los investigadores tomaron en cuenta la
ingesta calórica total de las personas, así como su índice de masa
corporal (IMC), una medida de la grasa corporal basada en el peso y la
estatura.
Se cree que tanto la ingesta calórica total como el
IMC desempeñan un papel en el vínculo entre los refrescos endulzados con
azúcar y el riesgo de diabetes. El hecho de que el riesgo de diabetes
se redujo solo ligeramente cuando se tomaron en cuenta estos dos
factores podría indicar que el efecto de los refrescos azucarados sobre
la diabetes va más allá de su impacto sobre el peso corporal, señalaron
Dora Romaguera, del Colegio Imperial de Londres, y colegas.
Los hallazgos aparecen en la edición del 24 de abril de la revista Diabetologia.
El estudio halló una asociación entre el consumo de refrescos
azucarados y un mayor riesgo de diabetes tipo 2. No probó causalidad.
El consumo de jugo de fruta puro o diluido no se asoció significativamente con el riesgo de diabetes, según el informe.
El aumento del 22 por ciento en el riesgo de diabetes entre los
europeos que beben refrescos endulzados con azúcar es similar a lo que
investigaciones previas habían mostrado, a saber, que los
norteamericanos que consumen esos tipos de bebidas tienen un riesgo de
diabetes un 25 por ciento más alto, comentaron los investigadores en un
comunicado de prensa de la revista.
"Dado el aumento en el
consumo de bebidas dulces en Europa, la población debe recibir unos
mensajes claros sobre el efecto malsano de esas bebidas", aconsejó
Romaguera.