LA ENERGÍA SEXUAL
A ENERGÍA SEXUAL ES SIN DUDA ALGUNA LA ENERGÍA MÁS REFINADA
Y PODEROSA QUE NORMALMENTE SE PRODUCE Y CONDUCE A TRAVÉS
DEL ORGANISMO HUMANO.
Todo lo que es el ser humano, incluyendo las esferas de su pensamiento, sentimiento y voluntad, es el resultado exacto de las distintas modificaciones de la Energía Sexual.
Existen en nuestro cuerpo ciertos canales por donde normalmente circula esta energía; y cuando ésta llega a infiltrarse en el delicado mecanismo de otras funciones, el resultado es el fracaso. En este caso interfiere con centros delicadísimos del organismo humano, y el sujeto se convierte en un Infrasexual. Por eso es necesario saber manejar esta fuente de inmenso poder.
A las gentes carentes de una profunda cultura sexual les es casi imposible el control o manejo de esta energía. Toda actitud negativa que nuestra mente tome contra el sexo nos puede conducir directa o indirectamente a estas catástrofes violentas y destructoras de la Energía Sexual. Por ejemplo, el odio al sexo, sentirle asco o repugnancia, o despreciarlo o subestimarlo, el miedo al sexo, el cinismo sexual, el sadismo sexual, la obscenidad, la pornografía, la brutalidad sexual, etc., etc., son algunos aspectos que nos pueden convertir en Infrasexuales.
Toda actitud mental negativa hacia el sexo produce infiltraciones de esta poderosa energía en otras funciones psicológicas como la Intelectual, Emocional, Motora o Instintiva, provocando pavorosas hecatombes, cuyo resultado es la Infrasexualidad. Toda actitud negativa de la mente forza a la Energía Sexual y la obliga a circular por canales y sistemas aptos sólo para las energías mentales, volitivas, o cualquier otro tipo de energías menos poderosas que la sexual. El resultado es fatal porque esa clase de canales y sistemas no pudiendo resistir el tremendo voltaje de la energía poderosísima del sexo, se “calientan” y se “funden”, por decirlo así, como cuando un cable demasiado delgado y fino le pasa una corriente eléctrica de alta tensión.
Aquellas personas que se ocupan en conversaciones de tipo lujurioso, aquellos que leen revistas pornográficas, aquellos que asisten a salones de cine donde se exhiben películas eróticas pasionales y cosas así por el estilo, gastan enormes reservas de Energía Sexual; esas pobres gentes utilizan el material más fino y delicado del sexo, de manera miserable, en la satisfacción de sus brutales pasiones mentales.
Está demostrado hasta la saciedad que la Fantasía Sexual produce Impotencia de tipo Psico-Sexual. Esta clase de enfermos se caracterizan por tener erecciones normales, son personas aparentemente normales pero en el instante en que van a efectuar la conexión sexual, en el caso del varón, la erección cede decayendo el Phalo, y quedando en el más horrible estado de desesperación. En el caso de la mujer, casi siempre termina con frigidez. Estas personas han vivido en la Fantasía Sexual, y cuando realmente se encuentran ante la cruda realidad sexual, que nada tiene que ver con su Fantasía, entonces se confunde y no son capaces de responder a la realidad como es debido. Un caso concreto de esta situación, entre otros, claro está, es el que ponen los psiquiatras en el caso de los masturbadores.
La Fantasía Sexual es piedra de tropiezo para el correcto desenvolvimiento de esta energía en sus respectivos conductos de manifestación.
Cuando la Fantasía Sexual con todas sus ilusiones eróticas quiere controlar el Centro Sexual, o encausarlo dentro de sus “sueños”, entonces es colocado en una posición desventajosa que nos puede llevar a la fatalidad.