Efectos del Azúcar Refinado en la Salud
En la actualidad, el consumo de azúcar refinado ha llegado a ser una adicción, que se extiende en muchas personas, desde los primeros hasta los últimos años de la vida. El desayuno que contiene cereales de caja, pan de dulce, hot cakes, pan con mermelada y café endulzado. El azúcar sigue estando presente a lo largo del día y da como resultado, obesidad y problemas de salud.
El contenido de azúcar en los alimentos industrializados se esconde bajo nombres químicos y así, leemos que contiene dextrosa, maltosa, sacarosa, sucrosa, miel, melasa, glucosa, fructosa, miel de maíz, miel invertida. Por lo general, todos los ingredientes que terminen en "osa", son simplemente azúcar refinado.
¿Es tan Malo el Azúcar?
Nadie está muy seguro de qué manera el azúcar daña al cuerpo humano, mucho menos estará consciente de que el término "veneno" puede aplicarse con toda propiedad a este producto.
El término Veneno se describe en el diccionario como "una substancia que daña o mata un organismo o es dañino para la salud". También, está ampliamente documentado que la cantidad de azúcar que consume una persona promedio en las sociedades occidentales, contribuye a que su sistema inmunológico funcione constantemente en niveles anormalmente bajos.
Debido a que el azúcar refinado ha sido despojado de todos los nutrientes, para procesarlo, nuestro cuerpo debe "pedir prestados" a los tejidos y órganos, los minerales y las vitaminas que requiere para metabolizar el azúcar. El azúcar daña así a largo plazo. El azúcar también es el principal culpable de muchas enfermedades degenerativas, pues suprime el sistema inmunológico y contribuye al desarrollo de la obesidad, la caries dental, daño al páncreas, envejecimiento prematuro, osteoporosis, hiperactividad en los niños y debilidad visual. Contribuye también a aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas y autoinmunes como artritis, asma y esclerosis múltiple, sin contar infinidad de otros efectos negativos.
¿Qué dice la Ciencia?
Ya en 1957 el Dr. William Coda, clasificó el azúcar refinado como un veneno carente de fuerza vital, vitaminas y minerales y decía que "lo que resta consiste en carbohidratos refinados puros". "El metabolismo incompleto de los carbohidratos, da como resultado la formación de metabolitos tóxicos como el ácido pirúvico que interfiere con el funcionamiento del cuerpo y da inicio a la enfermedad degenerativa".
La mayoría de la gente sabe que el azúcar es malo para los dientes y que los echa a perder. Si el azúcar hace eso con los dientes, ¿qué no hará con el resto del cuerpo? En su libro "Sugar Blues" los Peligros del Azúcar Blanco, el Dr. William Dufty anota que "los investigadores han probado que los dientes están sujetos al mismo proceso metabólico que cualquier otro órgano del cuerpo". En otras palabras, el ácido que destruye el esmalte de los dientes, es el mismo ácido que destruye el cuerpo.
El azúcar debe ser eliminado de la dieta, pues aún en pequeñas cantidades es dañino. Evitar el azúcar y los alimentos que lo contienen en forma disfrazada es indispensable.
El contenido de azúcar en los alimentos industrializados se esconde bajo nombres químicos y así, leemos que contiene dextrosa, maltosa, sacarosa, sucrosa, miel, melasa, glucosa, fructosa, miel de maíz, miel invertida. Por lo general, todos los ingredientes que terminen en "osa", son simplemente azúcar refinado.
¿Es tan Malo el Azúcar?
Nadie está muy seguro de qué manera el azúcar daña al cuerpo humano, mucho menos estará consciente de que el término "veneno" puede aplicarse con toda propiedad a este producto.
El término Veneno se describe en el diccionario como "una substancia que daña o mata un organismo o es dañino para la salud". También, está ampliamente documentado que la cantidad de azúcar que consume una persona promedio en las sociedades occidentales, contribuye a que su sistema inmunológico funcione constantemente en niveles anormalmente bajos.
Debido a que el azúcar refinado ha sido despojado de todos los nutrientes, para procesarlo, nuestro cuerpo debe "pedir prestados" a los tejidos y órganos, los minerales y las vitaminas que requiere para metabolizar el azúcar. El azúcar daña así a largo plazo. El azúcar también es el principal culpable de muchas enfermedades degenerativas, pues suprime el sistema inmunológico y contribuye al desarrollo de la obesidad, la caries dental, daño al páncreas, envejecimiento prematuro, osteoporosis, hiperactividad en los niños y debilidad visual. Contribuye también a aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas y autoinmunes como artritis, asma y esclerosis múltiple, sin contar infinidad de otros efectos negativos.
¿Qué dice la Ciencia?
Ya en 1957 el Dr. William Coda, clasificó el azúcar refinado como un veneno carente de fuerza vital, vitaminas y minerales y decía que "lo que resta consiste en carbohidratos refinados puros". "El metabolismo incompleto de los carbohidratos, da como resultado la formación de metabolitos tóxicos como el ácido pirúvico que interfiere con el funcionamiento del cuerpo y da inicio a la enfermedad degenerativa".
La mayoría de la gente sabe que el azúcar es malo para los dientes y que los echa a perder. Si el azúcar hace eso con los dientes, ¿qué no hará con el resto del cuerpo? En su libro "Sugar Blues" los Peligros del Azúcar Blanco, el Dr. William Dufty anota que "los investigadores han probado que los dientes están sujetos al mismo proceso metabólico que cualquier otro órgano del cuerpo". En otras palabras, el ácido que destruye el esmalte de los dientes, es el mismo ácido que destruye el cuerpo.
El azúcar debe ser eliminado de la dieta, pues aún en pequeñas cantidades es dañino. Evitar el azúcar y los alimentos que lo contienen en forma disfrazada es indispensable.
Las principales amenazas a la salud
Muchas investigaciones han establecido una relación entre el azúcar y los desórdenes mentales, incluyendo senilidad y depresión. Uno de los más comunes es la hiperactividad. Aunque la industria insiste en que no hay informes concluyentes, pues no se utilizan grupos de control abstenidos de azúcar en su dieta, lo cierto es que los problemas de hiperactividad, atención dispersa y depresión en los niños van de la mano con la mayor ingesta de azúcar yaditivos presentes en la comida industrializada en la dieta de los menores.
Estudios realizados en animales sugieren que el consumo crónico de azúcares refinadas impactan en la salud cardiovascular. Pacientes con diabetes no controlada son más susceptibles a sufrir infartos y problemas del sistema circulatorio, y se sabe que el consumo de azúcar aumenta los niveles de triglicéridos y de colesterol en la sangre.
Existe relación entre el consumo de azúcar y la respuesta inmune del cuerpo. Niños que consumen azúcar regularmente son más susceptibles a enfermedades infecciosas, y su recuperación se mejora si se abstienen de ingerir azúcar. Un drenaje linfático también puede ayudar a mejorar el sistema inmune y a acelerar la expulsión de azúcar del cuerpo.
El azúcar, junto con otros factores característicos de la dieta occidental, como el consumo excesivo de productos cárnicos, carbohidratos refinados y la escasa o nula ingesta de granos integrales, han sido sugeridos como causantes de Alzheimer (se cree que los arándanos y el coco ayudan a prevenir el Alzheimer).
Indudablemente, el azúcar promueve la formación de caries dental. Tristemente, las campañas de protección dental prefieren introducir flúor en agua potable y sal, pero no promueven eliminar la adictiva y tóxica azúcar de la dieta (aprende a hacer pasta dental sin flúor).
Hay estudios que defienden la posibilidad de que el consumo de azúcar sea causante dediabetes, pero sí se sabe que el azúcar aumenta drásticamente el número de calorías que se comen al día, debido a su alto Índice Glucémico, lo que conlleva obesidad y sobrepeso, los cuales sí se acepta que aumentan el riesgo de sufrir diabetes.
El azúcar inhibe la capacidad del cuerpo de aprovechar el calcio y el magnesio, y de hecho, debido a su alta acidez, provoca que el organismo utilice el calcio de los huesos para regular su PH. Eso conduce a osteoporosis y a aterosclerosis.
Por último, el consumo de azúcar lleva a la degeneración macular, un padecimiento de adultos mayores que implican pérdida de la visión y daño en la retina.
Qué hace al azúcar una amenaza
Existen dos razones por las cuales el azúcar es tan peligrosa en nuestra sociedad:
- A pesar de que el proceso de síntesis del azúcar es igual al de la heroína, de que es altamente adictiva y de que hay quienes aseguran que tiene más perjuicios a la salud a largo plazo que ésta, en lugar de ser considerada una droga se le trata como un alimento, lo cual ocasiona que pueda usarse irrestrictamente y que muchos alimentos contengan dosis altamente tóxicas.
- La Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, señala que el azúcar no debe representar más del 10 por ciento de las calorías. A pesar de ello, el 100 por ciento de las calorías de los refrescos provienen del azúcar.Otra razón por la que el azúcar es tan dañina es que se ha convertido en una droga a la que estamos expuestos durante toda nuestra vida. Es, junto con la sal, el alimento más abusado del planeta, aunque a diferencia de ésta, es completamente innecesaria para la vida.
¿Por qué el azúcar blanco es dañino para nuestra salud?
El consumo de azúcar blanco ha sido ampliamente vinculado con enfermedades degenerativas, tales como cardiopatías, diabetes y el cáncer entre otras, así como a la obesidad, desórdenes digestivos, hiperactividad y caries dentales. Esto sin contar con el consumo de harinas de trigo, maíz y otros cereales que en el proceso digestivo se transforman en azúcar.
El azúcar que nos da la naturaleza no es pura. Viene acompañada de complejas combinaciones de enzimas, vitaminas y minerales, que permiten que el azúcar pueda ser asimilado y quemado fácilmente en el organismo y así darnos energía. Todo esto se pierde cuando se refina el azúcar (de lo cual queda la sacarosa). Entonces, el organismo se ve obligado a ceder reservas propias de vitaminas (en particular tiamina), enzimas y minerales, para asimilar la sacarosa o azúcar blanco; con la consiguiente alteración del metabolismo y funciones normales de los órganos que pierden dichos biocatalizadores, lo que conduce a la secuela de enfermedades mencionadas. El azúcar blanco, pues, no sólo no nutre, sino que literalmente le roba al cuerpo nutrientes que ya posee. Por si fuera poco, el blanqueo y pulitura del azúcar blanco requiere de algunas sustancias químicas como el ácido fosfórico (usado en la industria como corrosivo), de efectos perjudiciales para la salud.
Las grandes reservas de tiamina (vitamina B1) están en el corazón y el hígado; entonces cuando el consumo de azúcar refinado es alto, se requieren de cantidades extras de tiamina; ¿donde las busca el sistema?, simplemente en las reservas. Luego el corazón y el hígado no podrán cumplir sus funciones a cabalidad por la falta de tiamina. Las fallas hepáticas y cardiacas pueden conducir rápidamente a la hipoglicemia, debilidad general, incluso la muerte.
La tiamina se encuentra en forma natural en las frutas, en la caña de azúcar. El jugo de caña contiene azúcar, pero también tiene tiamina, por tanto no hay problema, allí no hay merma en las reservas del cuerpo. Todo lo contrario ocurre cuando se consumen tortas, galletas, azúcar sintética, cereales preparados con azúcar, café endulzado, helados, pudines, refrescos, golosinas y otros; introducimos al tubo digestivo grandes cantidades de azúcar para ser digeridos y nada de tiamina u otras vitaminas del complejo B, para ayudar al procesamiento.
Por lo tanto no es solo el temor a las caries dentales, es también el temor a las dolencias cardíacas, problemas endocrinos, nerviosos, el envejecimiento y la muerte prematura, lo que nos debería conducir a erradicar el vicio de consumir azúcar refinado. También se conoce que el beriberi se debe a la falta de vitamina B1 y el consumo de alcohol destruye la tiamina corporal; de tal manera que a los alcohólicos se les observa edema en todo el organismo.
Diversos especialistas han llegado a la conclusión, que el azúcar puede inducir al cáncer a través del siguiente mecanismo: La célula del organismo secreta productos de desecho llamados radicales libres. A través de las enzimas, neutraliza los efectos negativos de los radicales libres. Estas enzimas protectoras requieren de un balance adecuado de minerales para ser efectivas y cuando el azúcar reduce los minerales del cuerpo, las enzimas no son tan efectivas en su función de protección. Se incrementa entonces la presencia de radicales libres que pueden causar una reducción en la disponibilidad de oxígeno para las células, esto a su vez puede llevar a la generación de sustancias celulares cancerígenas.
El sistema nervioso consume grandes cantidades de azúcar y oxígeno, nuestro cerebro es el órgano más sensible a los altibajos del azúcar en sangre. La cantidad de glucosa en sangre debe estar en equilibrio con la cantidad de oxigeno sanguíneo. En una situación en la cual el nivel de azúcar en la sangre es relativamente bajo, tiende a hacer pasar hambre a las células del cuerpo, especialmente a las cerebrales. Cuando estos altibajos de azúcar se producen sobrevienen las crisis de nervios, los daños endocrinos a las glándulas adrenales, al páncreas, etc.
En las mujeres se presenta una ligera acidosis en los ovarios, y esto les produce dolores menstruales. En los niños produce: HIPERKINESIA, afección ésta que se caracteriza por una constante agitación e inestabilidad emocional, rabietas frecuentes, llantos, depresiones, etc., así como ANOREXIA (falta de apetito) no desean otra cosa que no sean dulces, caramelos y refrescos. También enfermedades alérgicas, ya que el sistema inmunológico se debilita.
En hombres y mujeres produce HIPOXIA (escasez de oxigeno en sangre) y por tanto vejez prematura y SENILIDAD.
El proceso digestivo del azúcar es realmente sencillo y, en pocos minutos unos gramos de sacarosa o almidón se han convertido en glucosa y pueden pasar a nuestra sangre. El organismo pone funcionamiento una serie de medidas de emergencia, para evitar la alteración de los niveles homeostáticos previsibles, es decir, el nivel de azúcar normal en nuestra sangre, tiene que estar dentro de ciertos márgenes, los cuales son registrados por el organismo, a través de quimioreceptores hipotalámicos, e inmediatamente el sistema nervioso desencadena las respuestas, es decir, da órdenes a las glándulas endocrinas (en especial el páncreas) para regular la glicemia. Pero si cada cierto número de horas, o minutos, estamos introduciendo azúcar en nuestro cuerpo, el organismo no puede responder adecuadamente a estos desbalances de la homeostasis. La sangre tiende a acidificarse con los excesos de azúcar y esto pudiera generar un coma diabético. Ello no ocurre mientras el organismo pueda deshacerse del azúcar sobrante. Nuestro cuerpo, integralmente, se pone en emergencia: trasforma el azúcar en glucógeno y lo almacena. Pero nuestro organismo no puede guardar cantidades ilimitadas de glucógeno. Gran parte del azúcar es trasformado en moco y desechado a través de la mucosa de los bronquios o intestinos. Otra parte es trasformado por el hígado en triglicéridos, es decir, grasa, manteca, cebo.
Nuestra resistencia al mundo microbiano desciende abruptamente y nos hacemos proclives a toda clase de virosis e infecciones bacterianas, micóticas y procesos autoinmunes o alérgicos.
La sacarosa que ingerimos a diario, perturba el equilibrio calcio-fósforo más que ningún otro factor aislado, de manera que sube el calcio en la sangre (produciéndose debilidad en los huesos y dientes) y baja el fósforo (llevando al individuo a sentirte débil, sin energía, sin fuerzas ni para soportar su propio peso). Cuando desaparece el efecto del azúcar hay un rebote del sentido contrario. Esta inestabilidad podría ser controlada por el organismo, si no se presentara tan frecuentemente. La relación entre calcio y fósforo debe ser mínimo 1:1, por lo tanto, al haber un exceso de calcio en la sangre, el organismo no lo puede asimilar, de manera que lo excreta por la orina, generando cálculos renales, o lo deposita en las articulaciones produciendo dolores, calcificaciones y artritis. Asimismo la relación del magnesio con el calcio (1:2), es indispensable para una correcta asimilación de este último.
El consumo de azúcar blanco ha sido ampliamente vinculado con enfermedades degenerativas, tales como cardiopatías, diabetes y el cáncer entre otras, así como a la obesidad, desórdenes digestivos, hiperactividad y caries dentales. Esto sin contar con el consumo de harinas de trigo, maíz y otros cereales que en el proceso digestivo se transforman en azúcar.
El azúcar que nos da la naturaleza no es pura. Viene acompañada de complejas combinaciones de enzimas, vitaminas y minerales, que permiten que el azúcar pueda ser asimilado y quemado fácilmente en el organismo y así darnos energía. Todo esto se pierde cuando se refina el azúcar (de lo cual queda la sacarosa). Entonces, el organismo se ve obligado a ceder reservas propias de vitaminas (en particular tiamina), enzimas y minerales, para asimilar la sacarosa o azúcar blanco; con la consiguiente alteración del metabolismo y funciones normales de los órganos que pierden dichos biocatalizadores, lo que conduce a la secuela de enfermedades mencionadas. El azúcar blanco, pues, no sólo no nutre, sino que literalmente le roba al cuerpo nutrientes que ya posee. Por si fuera poco, el blanqueo y pulitura del azúcar blanco requiere de algunas sustancias químicas como el ácido fosfórico (usado en la industria como corrosivo), de efectos perjudiciales para la salud.
Las grandes reservas de tiamina (vitamina B1) están en el corazón y el hígado; entonces cuando el consumo de azúcar refinado es alto, se requieren de cantidades extras de tiamina; ¿donde las busca el sistema?, simplemente en las reservas. Luego el corazón y el hígado no podrán cumplir sus funciones a cabalidad por la falta de tiamina. Las fallas hepáticas y cardiacas pueden conducir rápidamente a la hipoglicemia, debilidad general, incluso la muerte.
La tiamina se encuentra en forma natural en las frutas, en la caña de azúcar. El jugo de caña contiene azúcar, pero también tiene tiamina, por tanto no hay problema, allí no hay merma en las reservas del cuerpo. Todo lo contrario ocurre cuando se consumen tortas, galletas, azúcar sintética, cereales preparados con azúcar, café endulzado, helados, pudines, refrescos, golosinas y otros; introducimos al tubo digestivo grandes cantidades de azúcar para ser digeridos y nada de tiamina u otras vitaminas del complejo B, para ayudar al procesamiento.
Por lo tanto no es solo el temor a las caries dentales, es también el temor a las dolencias cardíacas, problemas endocrinos, nerviosos, el envejecimiento y la muerte prematura, lo que nos debería conducir a erradicar el vicio de consumir azúcar refinado. También se conoce que el beriberi se debe a la falta de vitamina B1 y el consumo de alcohol destruye la tiamina corporal; de tal manera que a los alcohólicos se les observa edema en todo el organismo.
Diversos especialistas han llegado a la conclusión, que el azúcar puede inducir al cáncer a través del siguiente mecanismo: La célula del organismo secreta productos de desecho llamados radicales libres. A través de las enzimas, neutraliza los efectos negativos de los radicales libres. Estas enzimas protectoras requieren de un balance adecuado de minerales para ser efectivas y cuando el azúcar reduce los minerales del cuerpo, las enzimas no son tan efectivas en su función de protección. Se incrementa entonces la presencia de radicales libres que pueden causar una reducción en la disponibilidad de oxígeno para las células, esto a su vez puede llevar a la generación de sustancias celulares cancerígenas.
El sistema nervioso consume grandes cantidades de azúcar y oxígeno, nuestro cerebro es el órgano más sensible a los altibajos del azúcar en sangre. La cantidad de glucosa en sangre debe estar en equilibrio con la cantidad de oxigeno sanguíneo. En una situación en la cual el nivel de azúcar en la sangre es relativamente bajo, tiende a hacer pasar hambre a las células del cuerpo, especialmente a las cerebrales. Cuando estos altibajos de azúcar se producen sobrevienen las crisis de nervios, los daños endocrinos a las glándulas adrenales, al páncreas, etc.
En las mujeres se presenta una ligera acidosis en los ovarios, y esto les produce dolores menstruales. En los niños produce: HIPERKINESIA, afección ésta que se caracteriza por una constante agitación e inestabilidad emocional, rabietas frecuentes, llantos, depresiones, etc., así como ANOREXIA (falta de apetito) no desean otra cosa que no sean dulces, caramelos y refrescos. También enfermedades alérgicas, ya que el sistema inmunológico se debilita.
En hombres y mujeres produce HIPOXIA (escasez de oxigeno en sangre) y por tanto vejez prematura y SENILIDAD.
El proceso digestivo del azúcar es realmente sencillo y, en pocos minutos unos gramos de sacarosa o almidón se han convertido en glucosa y pueden pasar a nuestra sangre. El organismo pone funcionamiento una serie de medidas de emergencia, para evitar la alteración de los niveles homeostáticos previsibles, es decir, el nivel de azúcar normal en nuestra sangre, tiene que estar dentro de ciertos márgenes, los cuales son registrados por el organismo, a través de quimioreceptores hipotalámicos, e inmediatamente el sistema nervioso desencadena las respuestas, es decir, da órdenes a las glándulas endocrinas (en especial el páncreas) para regular la glicemia. Pero si cada cierto número de horas, o minutos, estamos introduciendo azúcar en nuestro cuerpo, el organismo no puede responder adecuadamente a estos desbalances de la homeostasis. La sangre tiende a acidificarse con los excesos de azúcar y esto pudiera generar un coma diabético. Ello no ocurre mientras el organismo pueda deshacerse del azúcar sobrante. Nuestro cuerpo, integralmente, se pone en emergencia: trasforma el azúcar en glucógeno y lo almacena. Pero nuestro organismo no puede guardar cantidades ilimitadas de glucógeno. Gran parte del azúcar es trasformado en moco y desechado a través de la mucosa de los bronquios o intestinos. Otra parte es trasformado por el hígado en triglicéridos, es decir, grasa, manteca, cebo.
Nuestra resistencia al mundo microbiano desciende abruptamente y nos hacemos proclives a toda clase de virosis e infecciones bacterianas, micóticas y procesos autoinmunes o alérgicos.
La sacarosa que ingerimos a diario, perturba el equilibrio calcio-fósforo más que ningún otro factor aislado, de manera que sube el calcio en la sangre (produciéndose debilidad en los huesos y dientes) y baja el fósforo (llevando al individuo a sentirte débil, sin energía, sin fuerzas ni para soportar su propio peso). Cuando desaparece el efecto del azúcar hay un rebote del sentido contrario. Esta inestabilidad podría ser controlada por el organismo, si no se presentara tan frecuentemente. La relación entre calcio y fósforo debe ser mínimo 1:1, por lo tanto, al haber un exceso de calcio en la sangre, el organismo no lo puede asimilar, de manera que lo excreta por la orina, generando cálculos renales, o lo deposita en las articulaciones produciendo dolores, calcificaciones y artritis. Asimismo la relación del magnesio con el calcio (1:2), es indispensable para una correcta asimilación de este último.
Antiguamente, la humanidad no consumía azúcar. No es sino a partir del siglo X europeo y, sobre todo, a raíz de la conquista y colonización española y europea que se comienza a consumir azúcar. Todavía a finales del siglo XIX el consumo de azúcar no pasaba de 10 kilos por persona al año; hoy pasa de los 30 kilos y en algunos países como los Estados Unidos se registra un consumo de más de 60 kilos de azúcar por persona al año.
El consumo indirecto parece ser el que más crece. Las gaseosas y otras bebidas alcohólicas, así como de repostería y muchos productos refinados, han aumentado enormemente el consumo de azúcar. Consumo que es la causa de muchas enfermedades y trastornos, como la diabetes, las caries dentales, la obesidad, la gastritis, las úlceras, desbalance mineral, así como alteraciones nerviosas y metabólicas
La ruta de la insulina
Hay una manera sencilla de explicar el mecanismo perverso que genera el azúcar dentro del organismo. A éste llamaremos la ruta de la insulina. La insulina es una hormona secretada por el páncreas que sirve para fijar glucosa en la sangre, ya sea como reserva de energía o almacenándola bajo forma de grasa. La insulina sirve, además, para bajar el índice glicémico, es decir, para disminuir la cantidad de glucosa en la sangre cuando le llega frecuentemente.Cuando se consume azúcar o glucosa directamente, la insulina se dispara con el objetivo de bajar la glucosa que llega a la sangre; si ésta tiene suficiente material energético, transformará en reserva de grasa la glucosa que encuentre. Si a esto le agregamos que la mayoría de los adultos lleva una vida sedentaria, nos encontraremos con una cantidad de grasa acumulada, con las consecuencias conocidas.
Esta ruta es la que explica el impacto que un producto psicoactivo como el azúcar genere trastornos nerviosos percibidos como pasajeros y, por lo tanto, insignificantes. El consumo de azúcar genera paradójicamente hipoglucemia o descenso del nivel de azúcar en la sangre, produciendo una sensación de cansancio, desmayo, presión baja, pesadez o decaimiento, como si el organismo no pudiera digerir los alimentos. Frente a tal síntoma, es usual que las personas busquen consumir más azúcar, produciendo un círculo vicioso que puede llevar a síndromes depresivos (sugar blues).
Cada día las investigaciones nos ofrecen todo un cuadro de nuevas enfermedades vinculadas al abuso en el consumo de azúcar, como la osteoporosis (el azúcar acelera el gasto de calcio), la alteración de las chákras (baja autoestima por afección del plexo solar) o enfermedades coronarias
La adicción al azúcar
Existen ciertas acciones que están moralmente censuradas y algunas, incluso, prescriptas o prohibidas por la ley. Las drogas y otras adicciones se encuentran entre las acciones más censuradas y prohibidas. Sin embargo, junto a las prohibiciones existen ciertas libertades que no pueden afectarse, entre las que se encuentra la libertad de comercio y de lucro. Y resulta que las drogas se han convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo y de la historia de la humanidad. De tal manera que nos encontramos con una gran contradicción entre la censura moral y legal de consumir drogas y la libertad y el poder de alcanzar el mejor lucro posible.Por otro lado, generalmente suele prohibirse lo que la gente desea, de lo contrario no se prohibiría. Sin embargo, muchos de los deseos son sociales e históricos, tal es el caso del consumo de drogas, lo que permite que a fuerza de publicidad pueden convertirse en uno de los deseos más exigidos por el cuerpo y el espíritu humano hasta llegar a ser una adicción completa. Los ejemplos son muchos: el café, el alcohol, el cigarrillo, la marihuana, los ácidos psicodélicos, la cocaína, etc.
Toda esta situación ha desembocado en una lucha entre los grandes expendedores de drogas por un lado, y la moral, la ley y la salud o el bienestar social, por el otro. Y como todos sabemos, hoy en día nadie tiene más poder que los grandes capitales y ningún valor ha sido tan fomentado como el lucro, de tal manera que la humanidad ha llegado a abusos inimaginables contra la salud y el bienestar.
Consumir azúcar es un abuso en sí mismo. Según los especialistas, la mayoría de los alimentos y las frutas tienen suficiente azúcar para suministrar glucosa o combustible al cuerpo humano, de tal manera que una cucharada de azúcar consumida directamente es considerada un abuso. Imaginémonos cuánto abuso cometemos al consumir cuatro cucharadas al día, dosis que contiene una gaseosa como la Coca Cola. Si a eso le agregamos el pan blanco que se come a diario, la cerveza y, sobre todo, los dulces, no es de extrañar los nocivos efectos que el azúcar genera en la salud del pueblo nicaragüense.
El consumo de azúcar se ha convertido en ese tipo de droga de consumo legal, tal como el cigarrillo o el alcohol. Siendo el caso de la Coca Cola uno de los más exagerados, pues a la cantidad de azúcar que contiene hay que agregarle la cocaína que le mezclan para producir su sabor. No es de extrañar, pues, que gracias a la extraordinaria publicidad, seamos cada vez más adictos a su consumo. Según dice Evo Morales, la compañía Coca Cola tiene un permiso especial para consumir algunos subproductos de la hoja de coca, permiso que, sin embargo, se les niega a los indígenas bolivianos que la han consumido durante muchísimos años.
Por supuesto que todos somos libres de tomar alcohol, fumar o consumir azúcar. Así como gozan de libertad los productores de azúcar en gastar millones de dólares en publicidad. Sin embargo, me parece exagerado que hayan llegado a un nivel tal de abuso social al decirnos que el azúcar no es dañina para la salud.
La situación de la salud es tal en el mundo que creo que muy pronto leeremos en los sobres de azúcar: consumir azúcar es dañino para la salud, al igual que se hace ahora con los paquetes de cigarrillos. Por el momento, contentémonos con decirlo en un artículo de periódico.
¿Cómo “estropea” nuestro organismo?
Estudios, como el de la Doctora Cynthia Kenyon (Universidad de California) han demostrado que el consumo excesivo de azúcar puede acortar la vida de un ser humano un 20%, y es que el azúcar es un carbohidrato de absorción rápida, lo que quiere decir que rápidamente aumenta considerablemente nuestros niveles de insulina en sangre.
La insulina es segregada por el páncreas cuando los niveles de glucosa en sangre son elevados, y gracias a esta labor del páncreas no sufrimos una hiperglucemia, que podría llevarnos al coma, e incluso a la muerte rápidamente.
Por eso una persona diabética necesita aportes de insulina “extra” porque su cuerpo no la segrega naturalmente.
Por lo tanto, cuanto más azúcar ingerimos, más haremos trabajar a nuestro hígado y páncreas, que aumentarán la cantidad de insulina en sangre para metabolizar el azúcar. Cuando sometemos a nuestro cuerpo a continuos aumentos de insulina (debido a nuestra dieta demasiado alta en azúcar), estamos contribuyendo al desgaste celular.
Este aumento rápido de insulina en la sangre suele derivar en problemas de salud tan comunes en occidente y en países desarrollados, es decir, hipertensión, sobrepeso, obesidad, algunos tipos de diabetes, aterosclerosis, enfermedades degenerativas, envejecimiento prematuro, enfermedad de Crohn, hiperactividad en niños, cálculos biliares, disfunciones en el hígado o páncreas, etc...
El problema de adicción y el círculo vicioso
Como decíamos, cuando nuestro organismo tiene altos niveles de azúcar, nuestro cuerpo segrega insulina para procesar ese azúcar, el problema viene cuando nuestro cuerpo tiene elevados niveles de insulina, ya que para contrarrestar estos niveles de insulina, también necesita azúcar; es decir, cuanta más azúcar consumimos, más azúcar nos pedirá el cuerpo, y de ahí una de las causas de la adicción al azúcar.
Por otro lado muchos estudios califican el azúcar como droga, ya que por un lado genera adicción, y por otro el azúcar aumenta el nivel de sustancias químicas en el cerebro que producen un placer inmediato, al igual que lo hacen muchas drogas ilegales, pero a diferencia de estas, el azúcar se encuentra en casi todo lo que ingerimos (en occidente sobre todo), y lo tenemos al alcance de nuestra mano prácticamente desde que nacemos.
Estudios, como el de la Doctora Cynthia Kenyon (Universidad de California) han demostrado que el consumo excesivo de azúcar puede acortar la vida de un ser humano un 20%, y es que el azúcar es un carbohidrato de absorción rápida, lo que quiere decir que rápidamente aumenta considerablemente nuestros niveles de insulina en sangre.
La insulina es segregada por el páncreas cuando los niveles de glucosa en sangre son elevados, y gracias a esta labor del páncreas no sufrimos una hiperglucemia, que podría llevarnos al coma, e incluso a la muerte rápidamente.
Por eso una persona diabética necesita aportes de insulina “extra” porque su cuerpo no la segrega naturalmente.
Por lo tanto, cuanto más azúcar ingerimos, más haremos trabajar a nuestro hígado y páncreas, que aumentarán la cantidad de insulina en sangre para metabolizar el azúcar. Cuando sometemos a nuestro cuerpo a continuos aumentos de insulina (debido a nuestra dieta demasiado alta en azúcar), estamos contribuyendo al desgaste celular.
Este aumento rápido de insulina en la sangre suele derivar en problemas de salud tan comunes en occidente y en países desarrollados, es decir, hipertensión, sobrepeso, obesidad, algunos tipos de diabetes, aterosclerosis, enfermedades degenerativas, envejecimiento prematuro, enfermedad de Crohn, hiperactividad en niños, cálculos biliares, disfunciones en el hígado o páncreas, etc...
El problema de adicción y el círculo vicioso
Como decíamos, cuando nuestro organismo tiene altos niveles de azúcar, nuestro cuerpo segrega insulina para procesar ese azúcar, el problema viene cuando nuestro cuerpo tiene elevados niveles de insulina, ya que para contrarrestar estos niveles de insulina, también necesita azúcar; es decir, cuanta más azúcar consumimos, más azúcar nos pedirá el cuerpo, y de ahí una de las causas de la adicción al azúcar.
Por otro lado muchos estudios califican el azúcar como droga, ya que por un lado genera adicción, y por otro el azúcar aumenta el nivel de sustancias químicas en el cerebro que producen un placer inmediato, al igual que lo hacen muchas drogas ilegales, pero a diferencia de estas, el azúcar se encuentra en casi todo lo que ingerimos (en occidente sobre todo), y lo tenemos al alcance de nuestra mano prácticamente desde que nacemos.
El azúcar sufre un proceso químico para refinarla y blanquearla para obtener el toque final del color blanco, esta transformación esta llena de aditivos y edulcorantes que muchas veces se acumulan en el organismo y son nocivas causando problemas en la salud.
En el mercado existen productos alimenticios a base de azúcar blanca, nos hacen fieles adicto a los sabores, no solo la compramos para endulzar una taza de café si no lo tenemos presente todos los días en caramelos, chocolates, pasteles, sodas o gaseosas dentro de nuestro cuerpo.
El azúcar blanca causa un desequilibrio los ácidos del cuerpo, afectando a nuestras defensas y llevándolas a un nivel bajo, por esta razón podemos sentir exceso de cansancio, obesidad, arteriosclerosis etc.
Uno de los órganos más importantes del organismo son los intestinos, el azúcar blanca tiene un efecto dañino en el intestino grueso que es el encargado del metabolismo los alimentos y equilibrar nuestras defensas gracias a las bacterias buenas que son necesarias para combatir a las bacterias nocivas, pero cuando uno consume azúcar blanca provoca una acidez responsable de eliminar a las bacterias buenas, y al no tener defensas ni bacterias buenas que luchen contra las bacterias nocivas, estas atacan y se desarrolla el cáncer de colón inicialmente o migra a otros puntos.
En los primeros efectos dañinos en la salud vemos como el organismo al tratar de equilibrar el exceso de acidez a causa del azúcar va consumiendo el calcio de los huesos: osteopenia y la caries dental.
La acidez también suele causar infecciones vaginales pues tiene el mismo efecto en casi todo el organismo, las bacterias buenas mueren y proliferan las malas.
Al dejar de consumir el azúcar blanca veremos que las defensas se equilibran y el intestino trabaja normalmente y nuestras defensas aumentan.
En el mercado existen productos alimenticios a base de azúcar blanca, nos hacen fieles adicto a los sabores, no solo la compramos para endulzar una taza de café si no lo tenemos presente todos los días en caramelos, chocolates, pasteles, sodas o gaseosas dentro de nuestro cuerpo.
El azúcar blanca causa un desequilibrio los ácidos del cuerpo, afectando a nuestras defensas y llevándolas a un nivel bajo, por esta razón podemos sentir exceso de cansancio, obesidad, arteriosclerosis etc.
Uno de los órganos más importantes del organismo son los intestinos, el azúcar blanca tiene un efecto dañino en el intestino grueso que es el encargado del metabolismo los alimentos y equilibrar nuestras defensas gracias a las bacterias buenas que son necesarias para combatir a las bacterias nocivas, pero cuando uno consume azúcar blanca provoca una acidez responsable de eliminar a las bacterias buenas, y al no tener defensas ni bacterias buenas que luchen contra las bacterias nocivas, estas atacan y se desarrolla el cáncer de colón inicialmente o migra a otros puntos.
En los primeros efectos dañinos en la salud vemos como el organismo al tratar de equilibrar el exceso de acidez a causa del azúcar va consumiendo el calcio de los huesos: osteopenia y la caries dental.
La acidez también suele causar infecciones vaginales pues tiene el mismo efecto en casi todo el organismo, las bacterias buenas mueren y proliferan las malas.
Al dejar de consumir el azúcar blanca veremos que las defensas se equilibran y el intestino trabaja normalmente y nuestras defensas aumentan.
Del azúcar proviene y (a veces) se origina la diabetes, mal que padecen millones de personas y cuyas consecuencias funestas incluyen: las gangrenas, la arteriosclerosis, algunas formas de la ceguera, las cataratas y algunos trastornos de la coagulación sanguínea.
El azúcar, por sus efectos metabólicos y glandulares se considera "enemigo del sexo". Tarde o temprano el diabético desarrolla la impotencia genital y la mujer diabética sufre infecciones recurrentes de la vagina y sus estructuras.
El azúcar (en forma de melazas) se añade al tabaco que se usa en la manufactura del cigarrillo, incrementando sus potenciales deletéreos y dañinos.
Aquí se presentan algunos factores adaptados del libro Sugar acerca de los efectos del azúcar en el ser humano:
- La acidez de los refrescos de , es la misma del vinagre. El azúcar que contienen disfraza la acidez, y los niños que las beben no reconocen que lo que ingieren es una mezcla extraña de ácido fosfórico, azúcar, cafeína, colorante y otras sustancias edulcorantes.
- In 1999 el consumo de sodas llegó, en los EE.UU. a unos 40 galones por persona, por año.
- La mayoría de las personas gordas que consumen el azúcar indiscriminadamente, están sobrealimentadas y mal nutridas.
- Toda dieta que no discrimina entre los diferentes carbohidratos y que incluye azúcar refinada y harina blanca es peligrosa.
- Una cucharadita de azúcar en el café luego de comer una hamburguesa puede tornar el estómago en una reacción de fermento. Una soda y un sándwich, basta para tornar el estómago en un alambique.
- El azúcar añadido a un cereal, garantiza la fermentación ácida.
- Almidones y azúcares complejos se fragmentan, durante la digestión, convirtiéndose en azúcares utilizables, llamados monosacáridos. Cuando almidones y azúcares se ingieren juntos, fermentan, se fragmentan en CO2, ácido acético, alcohol y agua… Con el agua exceptuada, los otros son venenos.
- Cuando se consumen proteínas, estas se digieren, transformándose en aminoácidos los cuales son nutrientes usables. Pero, cuando las proteínas se ingieren con azúcares, ellas se pudren, degradándose en una variedad de substancias tóxicas, conocidas como as ptomaínas y leucomaínas. Venenos, sin uso alguno.
- Las industrias tabacaleras añaden del 5 al 40% de azúcar (en la forma de melazas) a los cigarrillos, los cigarros y el tabaco de pipa.
- Este tabaco curado con azúcar es más propenso a causar cáncer del pulmón que el que no ha sido tratado de esta manera.
- En la República Dominicana (donde las estadísticas que existen, se inventan) se comprueba empíricamente que la incidencia elevadísima de las caries son resultado directo del consumo apabullante del azúcar en todas sus formas.
- La República Dominicana, por su forma de gobierno discriminatorio hacia el negro --- esencialmente hacia el haitiano, se considera país culpable por la explotación de los ciudadanos de nuestra vecina república para el corte de la caña. Aquí recomendamos: Bitter Sugar: Slaves Today in the Caribbean por M. Lemoine y Why the Cock Fight: Dominicans, Haitians and the Struggle for Hispaniola por M. Wuckler).
- Escocia y Australia tienen uno de los porcentajes más altos consumo del azúcar mundial---150 libras por persona anualmente. Como corolario, para la edad de 15 años, 64% han perdido sus y la mayoría son obesos.
- Comiendo cosas dulces y manejando pueden ocasionar accidentes, secundarios a la hipoglucemia causada por el hiperinsulinismo funcional.
- El azúcar. Sucrosa refinada, C12H22O11, se produce por el proceso químico del jugo de la caña o de la y por la eliminación de todas las proteínas y fibras que constituyen un 90 de la constitución de la planta.
- Ambos, el azúcar y la heroína, son agentes químicos. En el caso de la heroína, el jugo de la adormidera se extrae y se refina purificándolo en morfina, primero y de heroína después. En el caso del azúcar, se toman el jugo de la caña o de la remolacha se refinan convirtiéndose en melazas de donde se refinan como azúcar prieta, la que se refina más para producir los granitos extraños que consumimos sin pensar. Los empujadores de drogas diluyen la pura de la heroína con el azúcar de la leche (lactosa) para que sus paquetes transparentes sean más estimulantes al ojo.
- El azúcar refinado (la sucrosa) nunca ha sido parte de la estrategia de comer del ser humano.
- La caña de azúcar, provino originalmente de la India. Hay un pasaje en el Atharva-Veda, que es un himno de celebración al azúcar: "Te he con hojas de la caña dulce para que tú no me rehúses".
- Los griegos de la antigüedad, no conociendo el azúcar, no tenían un término para designarlo. Un escritor romano del tiempo de Nerón, Dioscórides, lo llamó saccharum. Mientras que Persia en 600 DC comenzó la cosecha de la caña en su suelo.
- La historia lóbrega del comercio del azúcar es en sí misma una acusación a los , traficantes e iglesias; quienes entre ellos todos son responsables por millones de muertes en el de esclavos.
- He aquí los fenómenos que tienen lugar cuando ingerimos el azúcar refinado (sucrosa). La sucrosa es la sustancia más próxima en su constitución química a la glucosa. Siendo glucosa, básicamente, escapa el procesamiento químico del metabolismo normal. La sucrosa entra directamente en los intestinos, donde se torna en glucosa "pre digerida". Esta por su vez, se absorbe en la sangre donde el nivel de la glucosa ha sido establecido en balance preciso con eloxígeno. Cuando esto sucede, el nivel circulante de la glucosa sanguínea se aumenta de modo dramático. El cuerpo se halla en un estado de crisis
metabólica.
El cerebro lo detecta primero. Hormonas emergen rápidamente de las cortezas suprarrenales enlistando todos los recursos químicos disponibles para confrontar la amenaza del azúcar: insulina proveniente de las "islas" del páncreas laboran específicamente para reducir el nivel de la glucosa sanguínea en antagonismo complementario al de las hormonas adrenales cuya función consiste en mantener la glucosa elevada. Todo este drama procede a un paso de emergencia, con resultados predecibles. Yendo demasiado rápido, llega demasiado lejos. El fondo colapsa del nivel de la glucosa sanguínea y una crisis secundaria emerge de la inicial. Las islas pancreáticas tiene que cerrar; lo mismo sucediendo con algunas de las funciones de las glándulas suprarrenales. Otras hormonas adrenales deben de ser producidas para regular el caos metabólico creado y para retornar el nivel de la glucosa a su estado normal. Mientras tanto, toda esta reacción se refleja en cómo nos sentimos (física y emocionalmente) y puede terminar en daño directo a las glándulas adrenales.
El sustituto del azúcar (HFCS), o sirope altamente concentrado de la fructosa, produce daños más profundos que los descritos en el párrafo anterior --- quizás por ello se encuentra hoy en casi todos los "alimentos" que de antes dependieran en el azúcar para su confección. (El libro que aquí recomendamos es: Fat Land: How Americans Became the Fattest People in the World por G. Critser).
- En la Europa medieval, la Iglesia y el Estado se aliaban para combatir la oposición al comercio lucrativo del azúcar. Muchos murieron en la pira de la Inquisición por mantener que el azúcar era dañina y no constituía alimento adecuado.
- S. Sakurazawa (no relación a Érica), un filósofo japonés y curandero naturista una vez escribió: "… el azúcar es sin duda alguna el asesino número uno en la historia de la humanidad — mucho más letal que el opio o que la caída radiactiva — especialmente para quienes comen arroz como elemento esencial en sus dietas. Azúcar es el daño más significante que la civilización industrial moderna ha introducido en el Oriente y en África. Personas imprudentes que ofrecen dulces a los bebés un día descubrirán con horror, que ellos tienen mucho por qué responder". (Amén, アーメン; よし!(言ったことに対する同意の表現 --- de acuerdo a Babylon esa es la traducción de "amén" en japonés).
- Thomas Willis (famoso por descubrir la forma anatómica que lleva su nombre) en 1674 describió una dulzura nueva y extraña en la orina en algunos de sus pacientes ricos y famosos. Le dio el nombre griego, de diabetes (producción
excesiva de orina) y el latino, de mellitus (que traduce miel dulce). (Para una exploración detallada de las contribuciones de Willis a la neurociencia, el libro que leer es: Minds Behind the Brain: A History of the Pioneers and their Discoveries por S. Finger). - Como dieta, el azúcar puede matar. Solamente tomando agua, puede mantener la vida por tiempos considerables. Agua y azúcar pueden matar. El azúcar, a pesar de no suministrar nutrición alguna, necesita el uso de vitaminas preciosas y de minerales escasos para ser asimilada y finalmente, desintoxicada y eliminada por el cuerpo, por medio del agua disponible.
- La harina refinada se comporta de la misma manera que el azúcar. Glicógeno en exceso (azúcar almacenada en el hígado) retorna a la sangre en forma de ácidos grasos, éstos, a su vez, son depositados en las áreas más inactivas del cuerpo: el abdomen, las caderas, los senos y los muslos.
- El resultado sigue…
Si no le gusta lucir así en la playa. Aprenda a "leer" las etiquetas de las comidas.
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