LECHE vegetal DE AVELLANAS

Las avellanas son uno de los frutos secos más deliciosos que existen. Pero sus propiedades van mucho más allá de lo meramente gastronómico. Tienen un alto contenido de vitamina E, aportan calcio, son muy energéticas. También es muy interesante el alto contenido en L-Arginina que presentan ya que ayudan a la prevención de lesiones en las arterias y a la formación de coágulos de sangre. Estudios realizados por los doctores Anderson, Keys y Grande Covián, indican que los aceites monoinsaturados, como el aceite de oliva y avellanas rebajan la fracción de colesterol LDL (el malo) sin afectar o elevando el colesterol HDL (bueno) Además reducen también los triglicéridos plasmáticos. Estas propiedades ayudan especialmente en cualquier enfermedad cardíaca, así como en la arteriosclerosis.

La leche de avellanas tiene muy bajo contenido en sodio permite ser incluido en dietas controladas en sodio como hipertensión arterial o bien en enfermedades donde se produce un aumento de líquido extracelular (edema) como cardiopatías, afecciones renales y cirrosis hepática.

Ideal para las mujeres embarazadas, debido a su riqueza en ácido fólico (disminuye la tasa de aparición de ciertas malformaciones en el feto) y en calcio.

Por su buena relación calcio/ fósforo la leche de avellanas es un alimento ideal durante las etapas de crecimiento y adolescencia, donde ambos nutrientes juegan un papel esencial en la formación y remodelación del hueso y por otro lado e personas de edad avanzada, donde una dieta rica en calcio constituye una medida importante de prevención contra el desarrollo de la osteoporosis.

La leche de avellanas posee una gran riqueza en fibra regula el peristaltismo intestinal, ayudando, así, contra el estreñimiento y protegiendo la pared del Colon. La fibra también regula la velocidad de absorción de los azúcares siendo, así, muy adecuada en casos de diabetes (siempre que el producto no haya sido preparado con azúcar).

Al no tener lactosa ni gluten es ideal como alterativa a la leche de vaca (en caso de niños menores de dos años pedir consejo al pediatra)

Aunque las proteínas de la avellana no alcancen la calidad de las proteínas consideradas nobles (leche de vaca y huevos), tienen una composición en aminoácidos esenciales muy equilibrada, convirtiéndolas en las proteínas de mayor calidad del Reino Vegetal.

La leche de avellanas tiene un buen aporte de Calcio, Magnesio, Fósforo y Potasio. Los frutos secos son junto con las espinacas, garbanzos y lentejas, de los alimentos que más hierro y magnesio contienen del Reino Vegetal. Es destacable, también, su aporte de Ácido fólico, vitamina A y E.
Su fibra es un 83 % insoluble y un 17 % soluble. Las grasas son sobre todo monoinsaturadas y muy ricas en ácido oleico y linoleico. Sus beneficios son innumerables para la salud.


RECETA DE LECHE DE AVELLANAS
Ingredientes
- 1 litro de agua mineral.
- 150 grs de avellanas.
- Agua extra para cubrir.
Preparación: En un recipiente de vidrio, acero inoxidable o cerámica, colocar las avellanas. Cubrirlas con agua hasta que se ablande la piel. Desechar el agua y pelarlas. Colocarlas nuevamente en el recipiente, llevarlas al refrigerador por 12 horas, luego licuarlas. Colocar en un colador un lienzo de algodón o una gasa de trama cerrada. Verter el licuado y agregar otro medio de agua y revolver. Guardar en el refrigerador.

Beber la leche de avellanas diariamente en ayunas o antes de una comida principal, puede ayudarte a tratar la hipercolesterolemia de forma natural.