La sal en nuestro
organismo cumple la función de mantener el equilibrio hídrico, retener
el agua, para un buen nivel de hidratación, así como también regular la
transmisión de los impulsos nerviosos, y la absorción de potasio para
nuestros músculos.
De todos modos el sodio es un mineral que
debe ser consumido cuidadosamente y sin excesos, ya que el organismo es
incapaz de eliminarla cuando la consumimos en cantidad, y ésto trae a
consecuencia, retención de liquidos, aumento en el peso corporal, y
comprometer las funciones regulares del hígado, los riñones y el
corazón, como así también elevar seriamente la presión arterial.
Por otro lado el exceso de sal consumido a diario aumenta la
eliminación del calcio en la orina, pudiendo así provocar también la
desmineralización de nuestros huesos.
Para evitar éste tipo de inconvenientes es necesario tener presente:
No sobre condimentar con sal de mesa los alimentos.
Evitar el excesivo consumo de quesos duros, semiduros, fiambres,
embutidos, hamburguesas industrializadas, productos para copetín.
<Aquí esta la doctrina del Maestro KELIUM ZEUS INDUSEUS donde nos
indico que al consumir quesos se debe realizar buen sakrogesis>