LA NUTRICION
“El viaje de mil millas comienza con el primer paso” Proverbio BUDISTA
Es común creer que para mantener un buen estado de salud es suficiente
comer bien y hacer algo de ejercicios. Sin embargo, existen otros
factores tan importantes o más que estos dos mencionados, tanto a nivel
físico, energético, espiritual y ambiental, los cuales integran una red
que sostiene la vida del ser humano. Precisamente a este concepto en la
antigua Grecia se lo conocía como “salud holística, global o integral”, y
que hoy gracias al avance de la ciencia, cada vez más se va
comprendiendo que este enfoque milenario se proyecta como la ciencia del
futuro. De tal forma que lo invitamos a que demos un recorrido simple
pero sustancioso en este camino de oportunidades para nuestro propio
bienestar y el hábitat en que vivimos.
La alimentación es, sin
duda, uno de los principales factores que influyen en la salud. Decía el
doctor Osler, famoso medico canadiense, que el 90% de todas las
enfermedades, sin contar las infecciones y los acci¬dentes, están
relacionadas con la alimentación
[1]. La alimentación es un
pro-ceso voluntario y consciente, y por lo tanto, educable. Depende de
una decisión libre del individuo. Por ello, un cambio en los hábitos
alimenticios hacia otros más sanos, requiere de una elevada
concientización y disciplina. En condi¬ciones normales, si no hay ningún
proceso patológico en el sistema diges¬tivo, una buena alimentación
debe traducirse en un buen estado nutritivo. El consumo diario de
alimentos debe sumar las cantidades nutricionales requeridas por el
organismo
[2]*.Físicamente, los nutrientes se absorben durante
el proceso diges¬tivo, que inicia en la boca y termina en la evacuación
de los desechos orgá¬nicos. En todo su recorrido, el cuerpo asimila los
nutrientes por medio de las vellosidades intestinales e ingresan al
torrente sanguíneo. Una vez que recorren el circuito de la digestión,
absorción y metabolización, finalmente los nutrientes llegan a cumplir
las diversas funciones.
Parte de las sustancias nutricionales pasan por el ciclo de kreps
[3]*, donde son transformadas en sustancias energéticas –
convirtiéndose en el combustible para la célula – y ésta a su vez para
el órgano al que perte¬nece. En resumidas cuentas, una gran parte de los
alimentos consumidos se convierten en energía y otros se transforman o
potencializan la adquisi¬ción de vitaminas, minerales, grasas,
carbohidratos y aminoácidos entre otros. Precisamente estas
transformaciones se las conoce como procesos alquímicos naturales.
De igual forma, en el recorrido de los alimentos durante el pro¬ceso de
producción hasta la comercialización, se adhieren diferentes
sus¬tancias energéticas y químicas. Todas ellas llegan a influir en la
salud de cualquier persona. La sumatoria tanto de los nutrientes físicos
y energéticos se denomi¬nan, SENI’S
[4]*.Estas sustancias
energéticas y nutricionales integradas, tonifican y revitalizan a cada
una de las células y órganos del cuerpo. La calidad de dicha energía
está en función a la calidad de las frutas, vegetales, legumbres,
mieles, y otros alimentos que se consuman. Es mucho más conveniente
consumir estos productos alimenticios en su estado natural, así pueden
aprovecharse de mejor forma las SENI’S al igual que los llamados
ultra-nutrientes. Estos se desarrollan producto a los procesos
alquímicos energéticos que se llevan a cabo en la combinación entre los
minerales de la tierra, la energía solar, el agua y la energía vital de
la propia planta y el medio ambiente en general.
Cuando la persona
inicia el proceso de la digestión en la masticación, los
ultra-nutrientes ingresan al organismo por medio de las redes nerviosas
que se encuentran en las papilas gustativas, las glándulas salivales, la
tráquea, y el esófago. El cuerpo va recibiendo beneficios de gran
mag¬nitud, como ser: ayudar a la recuperación de la funcionalidad óptima
de alguno órgano que lo requiera, elevar los niveles de vitalidad en la
persona, generar una mayor estabilidad bioenergética en el sistema
nervioso y adquirir un balance emocional y mental.
El consumo
de los ultra-nutrientes también eleva el nivel espiritual de una
persona. Activa la conciencia y amplifica las virtudes, los sentimientos
nobles, y aumenta la sensibilidad por el cuidado de su hábitat y la de
los otros seres vivos. Dicen las sagradas escrituras hebreas: “Mejores
la comida de legumbres donde hay Amor…”
[5].Para aprovechar la
existencia de dichas sustancias energéticas en la naturaleza, se
recomienda buscar alimentos que no hayan perdido en un alto porcentaje o
en su totalidad este tipo de energía vital ultra-nutritiva, como ocurre
con los alimentos genéticamente modificados, empaqueta¬dos, irradiados,
contaminados por pesticidas, cocinados o recalentados en hornos
microondas
[6]*, y frutas que no tengan semillas
[7]*.Recuerde que en la medida que se consuman alimentos naturales de
buena calidad, así también será la calidad de energía que se obtenga.
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[1] Pamplona, Jorge Roger. Disfrútalo. Alimentos que curan y previenen.
Ed. Safeliz. California, Estados Unidos: Safeliz, 2000, p.19
[2]* Los requerimientos diarios según la Organización Mundial de la
Salud, se clasifican en Proteínas, Vitaminas, Minerales, Carbohidratos,
Grasas y fibra vegetal. Las cantidades varían de acuerdo a la edad.
[3]* El Ciclo de kreps (también llamado ciclo del ácido cítrico o ciclo
de los ácidos tricarboxílicos) es una ruta metabólica, es decir, una
sucesión de reacciones químicas, que forma parte de la respiración
celular en todas las células aeróbicas. En organismos aeróbicos, el
ciclo de Krebs es parte de la vía catabólica que realiza la oxidación de
glúcidos, ácidos grasos y aminoácidos hasta producir CO2, liberando
energía en forma utilizable (poder reductor y GTP). El metabolismo
oxidativo de glúcidos, grasas y proteínas frecuentemente se divide en
tres etapas, de las cuales, el ciclo de Krebs supone la segunda. En
resumen, el ciclo de kreps convierte los nutrientes físicos en energía
disponible para el funcionamiento de la célula. Cortada, Francisco
Javier. Diccionario Medico Laboral. TOMO 1 a-f. 1ra. Edición. Buenos
Aires, Argentina: 1970, p. 402
[4]* SENI’S (Sustancias
Energéticas y Nutricionales Integradas). Las SENI’s provienen de la
sumatoria de diferentes fuentes de sustancias tanto físicas como
energéticas que tienen los alimentos. Entre las sustancias físicas están
los propios nutrientes de las frutas, vegetales o cualquier tipo de
alimentos, que al metabolizarse dentro de las células una parte se
convierte finalmente en energía, lo que contribuye a la funcionalidad de
la célula y al órgano al que pertenece. A esto se suman otras
sustancias como la energía que trae la fruta de los componentes de la
naturaleza donde se desarrollo, como ser: calidad de suelo, vitalidad de
la planta y otras, y las energías absorbidas durante toda la cadena de
producción hasta la comercialización.
Por ej., no es la misma
calidad de energía de una fruta que fue cosechada en un estado casi
madura, y que sea comercializa inmediatamente en una feria de mercado
cercana, dentro de los 33 kilómetros. Que aquella fruta que tiene que
viajar miles de kilómetros y que el periodo de venta puede durar más de 6
meses, para su preservación utilizan sistemas de refrigeración y
algunos casos de irradiación con uranio, así evitar su rápida
descomposición. Este tipo de frutas brinda poco o casi nada de energía
ultra-vitamínica, y la irradiación, según resientes investigaciones
científicas contribuye a la formación de células cancerígenas. Una de
las pruebas de esta destrucción energética, es que estas frutas por lo
general son estériles, ya que en la semilla es donde se concentran las
ultra-vitaminas, y si es destruida por estos sistemas industriales,
entonces no es aprovechable de la misma forma como la fruta natural que
no ha pasado por estos procesos. Las frutas que no tienen semilla,
presentan similar desventaja, son estériles, para nutrir el cuerpo con
elementos energéticos que provienen de la misma naturaleza.
[5]
Casiodoro de reina. Sagrada Biblia. Antigua versión de Casiodoro de
Reina 1569. Ed. La española, España: Luz, 1904. Proverbios 15: 17, p.676
[6] *Los alimentos preparados en hornos microondas, a pesar que tiene
una sencilla explicación de su funcionamiento, donde las moléculas
polarizadas (que son fáciles de combinar con oxigeno) o sea, el H20,
comiencen a rotar las moléculas a gran velocidad. Es por eso que las
comidas que no tiene mucha agua o son muy pocas humedad no se calientan
muy bien. Mientras menos agua tenga lo que vas a calentar, menos efecto
hará.
El asunto se torna perjudicial por tres motivos
principalmente, el primero porque la fuente inicial para realizar esta
aceleración es totalmente eléctrica, por lo que afecta a las cargas
iónicas de los alimentos, desestabilizando su naturaleza. El segundo
porque a nivel energético, la energía vital del alimento se
desestabiliza y desvanece en la aceleración de las moléculas, quedando
el alimentos desenergetizado vitalmente. Se pierde un porcentaje de
elementos vitamínicos y minerales que son muy sutiles a cambios extremos
de temperatura, algo similar a la homogenización aunque en menor
escala, pero definitivamente hay pérdidas nutricionales.
[7] *
Las Frutas que no tienen semillas son estériles energéticamente. El
epicentro de toda fruta se concentra la energía vital, y esta es la
semilla. Esta energía vital tiene la capacidad de poder activarse con
otros elementos cuando entra en contacto con el agua, el sol, la tierra y
la temperatura ideal para germinar una nueva planta. Es considerada una
energía de reproducción y tiene la posibilidad de ser absorbida por el
cuerpo por medio de la digestión, en el instante de la distribución de
los nutrientes tanto físicos como energéticos, las glándulas endocrinas
en especial las sexuales reciben estos ultranutrientes, elementos que
contribuyen a mantener un buen nivel de funcionamiento de los mismos.