Probablemente en más de alguna ocasión hayas escuchado que el ayuno
es bueno para tu salud, pero aún no te has dado el tiempo para
investigarlo en profundidad. Bueno, ¡problema resuelto! Hoy te
presentaremos la visión de un reconocido neurocientífico estadounidense
llamado Mark Mattson, quien actualmente es el Jefe de Laboratorio de Neurociencia en el Instituto Nacional de Envejecimiento, que nos cuenta acerca de las bondades de ayunar y los beneficios que trae a tu cerebro.
Para comenzar, déjame decirte que no se trata sólo de saltarte el desayuno,
sino que detrás del ayuno intermitente –que propone el neurocientífico–
en realidad lo que se hace es reducir considerablemente la ingesta de
calorías durante unos días de la semana. Una forma de hacerlo es
siguiendo el plan –testeado por Michael Mosley de la BBC– de 5:2, donde
reduces tus alimentos a un cuarto de tu ingesta calórica normal (hasta
alrededor de 500 cal. mujeres y 600 cal. hombres) durante dos días a la
semana –no seguidos, puede ser por ejemplo un martes y un jueves– en los
cuales además tomas bastante agua y té, mientras que los otros 5 días a la semana comes de forma normal.
[Recuerda activar los subtítulos. Si no sabes, sigue este enlace para aprender a activar los subtítulos en español]
Mark Mattson nos entrega además otra interesante visión acerca de
lo que ocurre con nuestro cerebro cuando ayunamos intermitentemente.
“(Ayunar te ayuda a) reducir la velocidad de la
acumulación anormal de amiloide o la degeneración de las neuronas de
dopamina en el mielanoma del Alzheimer y del Parkinson reduciendo el
consumo de energía”
–Mark Mattson–
Además de destacar el hecho de que ayuda a reducir las probabilidades de padecer Alzheimer y Parkinson, Mattson destaca que el ayuno reduce la inflamación, reduce el estrés oxidativo
en los sistemas de órganos de todo el cuerpo, retrasa el padecimiento
de enfermedades crónicas relacionadas al envejecimiento y que tu
metabolismo energético cambia iniciándose la quema de grasas.
Pero además se ha comprobado que ayunar aumenta la función cognitiva
y aumenta la habilidad de las neuronas de formar y mantener conexiones
entre ellas, lo que mejora la capacidad de aprendizaje y memoria.
“El ayuno intermitente mejora la habilidad de las células nerviosas para reparar el ADN”Mattson, que es uno de los mejores investigadores en el área de
–Mark Mattson–
mecanismos celulares y moleculares relacionados a diversos desórdenes
neurodegenerativos como el Parkinson y Alzheimer, se ha dedicado a
investigar los efectos del ayuno y ha publicado una serie de
investigaciones en las que señala que ayunar representa un desafío para el cerebro,
y que el cerebro responde adaptando las respuestas al estrés lo que
ayuda al cerebro a lidiar mejor con el estrés y el riesgo de padecer
enfermedades, de la misma forma en la que lo hace la práctica periódica
de ejercicio.
“Desafía a tu cerebro, ya sea el ayuno intermitente o el
ejercicio vigoroso… es un desafío cognitivo. Cuando esto ocurre los
neurocircuitos se activan, los niveles de factores neuro-trópicos
aumentan, esto promueve el crecimiento de neuronas (y) la formación y
fortalecimiento de sinápsis”
–Mark Mattson–
Ahora, ¿por qué nombramos a las farmacéuticas? Creo que Mark Mattson lo explica perfectamente:
“¿Por qué en la dieta normal hay tres
comidas más snacks? No es porque sea el patrón de alimentación más
saludable, ahora, eso es mi opinión pero creo que hay bastante evidencia
que lo apoye. Hay mucha presión para seguir ese patrón de alimentación,
hay mucho dinero involucrado. La industria de los alimentos ¿hará
dinero si es que muchos se saltan el desayuno como yo lo hice hoy? No,
van a perder dinero. Si las personas comienzan a ayunar, la industria de
los alimentos pierde dinero. ¿Qué ocurre con la industria farmacéutica?
Si las personas comienzan a ayunar intermitentemente, a hacer ejercicio
regularmente y son muy saludables ¿harán dinero con más personas
saludables?”
–Mark Mattson–