Cómo se forman los “Yoes”. Cómo detener la formación de “Yoes”.

Cómo se forman los “Yoes”. Cómo detener la formación de “Yoes”.
Cómo dejar de alimentar a los “Yoes” 

Cuando las Impresiones del mundo exterior, que entran por los cinco sentidos externos, llegan a la mente se produce la imagen; y las reacciones mecánicas de la mente, son las respuestas a tales Impresiones. Esto es similar a cuando uno tira una pelota de caucho contra una pared: la pared recibe la pelota (Impresión) y luego viene la Reacción, que consiste en el regreso de la pelota. 
El mundo exterior está formado por las Impresiones. Por ejemplo, nos llega la Impresión de una mesa a la mente a través de los sentidos, no podemos decir que la mesa se ha metido a nuestro cerebro, porque esto sería absurdo; lo que ha llegado es la Impresión de la mesa; luego, inmediatamente, nuestra mente Reacciona diciendo: “Esta es una mesa de madera...” O, “Esta es una mesa de hierro...”, etc. Así pues, del mundo físico sólo conocemos las Impresiones; con justa razón Kant dijo: “Lo exterior es lo interior”. Por lo tanto, lo Interior, lo Psicológico, es lo que cuenta…

Ahora bien, si lo Interior o lo Psicológico, es lo que cuenta, debemos entonces Transformar lo Interior o lo Psicológico; y las Impresiones son interiores Nuestro Trabajo sobre sí, comienza Transformando las Impresiones. 

Todos los objetos, las cosas y todo lo que percibimos a través de los cinco sentidos externos, existe en nuestro interior en forma de Impresiones que vibran intensamente dentro de nuestra psiquis. El resultado mecánico de tales Impresiones han sido todos esos elementos inhumanos que llevamos dentro y que generalmente llamamos “Yoes”, y que en su conjunto constituyen el Ego. 
Pongamos un ejemplo: Un varón ve a una dama que le parece provocativa; él recibe esta Impresión, pero no la Transforma. Entonces el resultado es que esa Impresión de tipo lujurioso, produce en él una Reacción, que es el deseo de copular con ella. Ese deseo, es el resultado mecánico de la Impresión recibida, y se cristaliza, se congela, o toma forma en nuestra psiquis, en la mente, convirtiéndose en un “Yo” más, en un elemento inhumano más. Así es como en nosotros existe Ira, Codicia, Lujuria, Celos, Envidia, Orgullo, Pereza, etc., etc., etc… 
¿Por qué existe en nosotros Ira? Porque muchas Impresiones llegaron a la mente y nunca las Transformamos, y el resultado mecánico de tales Impresiones, forman los “Yoes” de Ira, que viven y existen en nuestra psiquis y que constantemente nos hacen Reaccionar. 

¿Por qué existe en uno Codicia? Porque el dinero, las joyas, los bienes materiales, llegaron a nosotros en forma de Impresiones, y éstas no se Transformaron y se convirtieron en “Yoes” de Codicia. 

¿Por qué hay en uno Lujuria? Porque muchas formas exteriores del sexo opuesto, palabras morbosas, etc., etc., llegaron a nosotros en forma de Impresiones, es decir, surgieron en el interior de nuestra mente, imágenes de tipo erótico, cuya Reacción fue la lujuria.; como quiera que nosotros no Transformamos esas ondas lujuriosas, ese erotismo malsano, naturalmente el resultado no se hizo esperar, fue completamente mecánico, nacieron nuevos “Yoes” en nuestra psiquis: “Yoes” morbosos.

¿Cuál debe ser nuestro Trabajo? Dentro de nosotros existen muchas Impresiones que cometimos el error de no haberlas Transformado en el pasado y el resultado mecánico de las mismas son los “Yoes” que hay que desintegrar a fin de que la Conciencia quede libre y despierta. Si Transformamos esas Impresiones nuestra vida se transforma. 

Cuando en uno hay, por ejemplo, una persona orgullosa de su posición social, de su dinero; pero si uno reflexiona que la posición social o el dinero, es una cuestión meramente mental, que son una serie de Impresiones que han llegado a la mente; Impresiones sobre nuestro estado Social o Económico, entonces caemos en cuenta que nuestra posición social o económica, sólo existe en nuestra mente en forma de Impresiones. Con el solo hecho de comprender que son Impresiones de la Mente, se Transforman las mismas; entonces el Orgullo por sí mismo se desploma, se cae, nace en forma natural dentro de nosotros la Humildad. 

Pongamos el ejemplo de la imagen de una mujer que llega a nuestra mente en forma de lujuria. Tal imagen es una Impresión. Mediante la comprensión de que esa mujer ha de morir y que su cuerpo se desintegrará en la sepultura, sería ésto más que suficiente como para Transformar esa Impresión lujuriosa en Castidad. Si no se transforma, se convertirá en “Yoes” de lujuria.
Así, pues, todas las Impresiones que están o que llegan a la mente pueden ser Transformadas a través de la Reflexión Evidente del Ser (con la Conciencia despierta y no con razonamientos mentales) De esta manera se detendría la Formación de “Yoes” en nosotros y no se alimentarían los existentes.