El piñón es un fruto seco que deriva del pino piñonero, su consumo no
está del todo generalizado, pero sus aportes para la salud son muchos.
Por lo tanto, daremos a conocer sus propiedades nutricionales que
pueden colaborar grandemente con nuestro organismo, ya que como ocurre
en muchos casos, los alimentos deben conocerse para luego comenzar a
incorporarlos como fuente de salud en nuestra dieta.
...
El piñón, además de poseer un agradable sabor y formar parte de la
dieta mediterránea, destaca por su aporte de proteínas que puede llegar
hasta el 20% de su peso.
Los soldados romanos llevaban piñones
como parte de sus provisiones, pues además de brindarles un gran aporte
proteico, les ofrecía la energía necesaria para continuar con el
esfuerzo y un 50% de grasas de buena calidad, ya que predominan los
ácidos grasos mono y poliinsaturados.
Asimismo, los piñones
son ricos en vitaminas del complejo B que colaboran con el adecuado
funcionamiento neuromuscular y poseen vitamina E, un fuerte
antioxidante que ayuda a enfrentar el estrés y los daños del natural
proceso de envejecimiento.
Entre los minerales que contiene se
encuentran el potasio, fósforo y magnesio. Aunque también debemos
destacar su aporte en hierro y zinc.
Su gran aporte de
proteínas, sus grasas saludables y la gran concentración de vitaminas y
minerales junto a su contenido en fibra, convierten al piñón en un
alimento ideal para los vegetarianos y personas que realizan un
ejercicio físico intenso.
Por otro lado, es sabido que la
fibra y las proteínas son componentes alimentarios que favorecen
fuertemente la saciedad, por lo que el piñón es un alimento concentrado
en nutrientes que puede colaborar con la pérdida de peso si se consume
con moderación.
Además, el aceite de piñón, rico en ácido
pinoléico, estimula la secreción de dos sustancias intestinales que
inician el proceso de saciedad en el cerebro, por lo que ayuda a
reducir la ingesta de alimentos.
Hoy en día, el aceite de
piñón se comercializa como ingrediente de productos que favorecen el
adelgazamiento, por el motivo antes dicho.
Pero si bien
necesita confirmarse científicamente su rol en la pérdida de peso,
podemos encontrar en el piñon un gran alimento con múltiples cualidades
que benefician la salud.
Un ingrediente más de la dieta mediterránea que deberíamos recuperar por el bien de nuestro cuerpo.
Los soldados romanos llevaban piñones como parte de sus provisiones, pues además de brindarles un gran aporte proteico, les ofrecía la energía necesaria para continuar con el esfuerzo y un 50% de grasas de buena calidad, ya que predominan los ácidos grasos mono y poliinsaturados.
Asimismo, los piñones son ricos en vitaminas del complejo B que colaboran con el adecuado funcionamiento neuromuscular y poseen vitamina E, un fuerte antioxidante que ayuda a enfrentar el estrés y los daños del natural proceso de envejecimiento.
Entre los minerales que contiene se encuentran el potasio, fósforo y magnesio. Aunque también debemos destacar su aporte en hierro y zinc.
Su gran aporte de proteínas, sus grasas saludables y la gran concentración de vitaminas y minerales junto a su contenido en fibra, convierten al piñón en un alimento ideal para los vegetarianos y personas que realizan un ejercicio físico intenso.
Por otro lado, es sabido que la fibra y las proteínas son componentes alimentarios que favorecen fuertemente la saciedad, por lo que el piñón es un alimento concentrado en nutrientes que puede colaborar con la pérdida de peso si se consume con moderación.
Además, el aceite de piñón, rico en ácido pinoléico, estimula la secreción de dos sustancias intestinales que inician el proceso de saciedad en el cerebro, por lo que ayuda a reducir la ingesta de alimentos.
Hoy en día, el aceite de piñón se comercializa como ingrediente de productos que favorecen el adelgazamiento, por el motivo antes dicho.
Pero si bien necesita confirmarse científicamente su rol en la pérdida de peso, podemos encontrar en el piñon un gran alimento con múltiples cualidades que benefician la salud.
Un ingrediente más de la dieta mediterránea que deberíamos recuperar por el bien de nuestro cuerpo.