La carne contiene fuego pero realmente es un fuego de bajísima calidad lleno de toxinas, genes animales, cadaverina, elementos químicos, programaciones egoicas, etc.
Veamos el proceso que sigue el fuego......
Por todos es sabido que el Sol es el que nos proporciona la luz y por lo tanto el fuego que permite la existencia de vida en esta esfera. Sin el Sol las plantas no producirían su propio alimento por medio de la fotosíntesis.
Las plantas captan la energía solar por medio de sus hojas, que son sus ojos, ya que éstas poseen la clorofila. Por medio de ese fuego solar y los otros elementos como el aire, el agua y la tierra, las plantas son los únicos seres vivientes que producen su propio alimento (únicos por ahora conocidos por la ciencia oficial).
Producen entonces los frutos, las verduras, las legumbres, las hortalizas, los cereales, los tuverosum (tubérculos). Los seres vivientes conocidos como los animales y humanos no tenemos esa capacidad de producir nuestro propio alimento (por ahora) y por eso necesitamos o menestemos de las plantas. Ese fuego de las plantas ahora ubicado en las frutas, verduras y legumbres puede considerarse de segunda categoría aunque pudiera decirse que es de primera para la gran mayoría o casi la totalidad de la humanidad actual. De ellas los animales hervíboros se alimentan y ese fuego ahora pasa a esa clase de animales tales como la vaca, el caballo, los conejos, etc., etc. Ya aquí ese fuego puede considerarse un fuego de tercera categoría por el recorrido que ha realizado.
Los que se alimentan solamente de frutas, verduras y legumbres, están consumiendo un fuego de segunda categoría (pudiera decirse que de primera). Es un fuego limpio, libre del ego animal, de altísima calidad.
Los que consumen los cadáveres de los animales consumen un fuego de cuarta categoría porque para que pudiese ser de tercera deberían consumirse al pobre animal estando vivo pero como lo asesinan pues lo que consumen es su cadáver y éste empieza a descomponerse. Se consume un fuego lleno de toxinas, de ego animal, de genética animal, de cadaverina, extraño a Jehová....
Por eso aquellos que quieran producir un fuego limpio, agradable a Jehová, a los soles, deben consumir sólo frutas, verduras, legumbres.
Pero hay un pero.....Si se desea consumir realmente un fuego de primera categoría, un fuego de primerísima calidad debemos tomarlo directamente de su fuente principal, sin intermediarios de ninguna clase. Para eso se meneste, se requiere, que así como lo hacen las plantas, por medio de sus hojas (que son sus ojos), hagamos nos para tomar directamente del Sol ese fuego de altísima calidad.
Si las plantas usan sus ojos (sus hojas) para hacer esto pues ya tenemos la clave. Usemos nuestros ojos para recibir directamente ese fuego. Practiquemos el llamado Sungazing o el mirar directamente al Sol todos los días. De ese modo nuestro cuerpo físico irá, poco a poco, volviéndose un cuerpo o templo fotosintético que producirá su propio alimento. Esto se consigue con años de práctica, mucha constancia, mucha disciplina.
Los que adquieran estas capacidades no necesitarán más nunca consumir ninguna clase de alimento sólido o líquido. Para acelerar este proceso es necesario que tomemos ese fuego solar y luego lo devolvamos ya procesado al mismo Sol. Esto se hace mutando nuestro fuego que reside especialmente en nuestra semilla, en la energía genética, energía sexual, el Kristo, el semen y el vitriolus. Si este fuego, estos espermas, estos óvulos, se mutan, se elevan, por medio de la Llave Tao, se elevará hacia nuestra cabeza iluminándonos, volviéndonos unos iluminados. Gran parte de este fuego, de esta semilla, asciende a los soles. Así estaremos realizando un ciclo, el ciclo del fuego....lo recibimos y luego lo damos....dar y recibir......
A estas alturas el ser(ALMA HUMANA) se va volviendo un ser de fuego porque se alimenta directamente del fuego y muta ese fuego. Se vuelve un iluminado, un ángel, un dragón de sabiduría.