El Origen de los Esenios


ORIGEN

Durante el patriarcado de Moisés sobre el pueblo de Israel, época dura y conflictiva, donde había que conducir todo un pueblo por el desierto rumbo a la promesa de Jehová, la tierra de promisión, donde fluye leche y miel. Moisés, quien liberó a su pueblo del yugo egipcio, debía soportar y a su vez encarrilar ese pueblo rebelde, ansioso y temeroso de la ira de Jehová.

Día a día se le presentaban problemas y conflictos entre los integrantes de las diferentes tribus que conformaban el pueblo israelí. Durante los pocos momentos que disponía Moisés para el descanso y la meditación,  lo acompaña un joven de una gran belleza, tanto física como espiritual, quien con su cítara ayuda al maestro en su relajación físico-espiritual.

Ese joven, de nombre Esen, bebió durante toda la vida de Moisés, su doctrina y enseñanzas, hasta el día en que su maestro subió solo al monte Nebo, situado en el valle de Beth-Peor para entregar su alma a Dios.

Esen, hijo de Nadab (hijo de Aaron), pertenecientes  a la casta sacerdotal de Israel, sigue a su maestro, sin que este lo supiera; por lo que se convierte en el único testigo de la muerte de Moisés.

Esen sepulta el cuerpo de su maestro en una gruta del Monte Nebo, extrae de entre sus ropas cinco rollos escritos y prolijamente cubiertos, además de estar muy bien conservados, cada uno con su correspondiente título, así tenemos  los originales y verdaderos textos del Génesis,  Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomios, los que dan origen a lo que más adelante se denominó La Biblia..

Esen decide quedarse a vivir en el Monte Nebo para estudiar en profundidad los textos. En desacuerdo con la doctrina impuesta por la secta sacerdotal que gobernaba el pueblo israelí, un grupo de seis jóvenes siguen los pasos de Esen y suben junto a él al monte Nebo; donde además de dedicarse al estudio de las enseñanzas recibidas de Moisés, comienzan a estudiar e investigar las propiedades medicinales de los vegetales, preparando remedios en base a estos, para luego bajar y  calmar dolores del cuerpo y alma de toda la gente necesitada, convirtiéndose así en los “Terapeutas Peregrinos”.  Esta actitud llevó a mucha gente, también en desacuerdo con los sacerdotes israelitas, a seguir las verdaderas enseñanzas de Moisés a través de Esen y sus seguidores.  Día a día se sumaban los hombres y mujeres que se plegaban a esta nueva casta donde la comunidad de bienes y el amor al prójimo eran virtudes sobresalientes.

Con el transcurrir de los años, se crean rangos para diferenciar los novatos de los que tienen un estudio avanzado. Así tenemos a quienes ceñían su túnica con una faja o cinturón con un nudo, estos pertenecían al primer grado y eran los integrantes de las familias de vivían entre el pueblo  israelí, ofreciendo alojamiento y comida a quien lo necesitase.

Dos nudos era la marca para los de segundo grado, quienes tenían ciertos conocimientos terapéuticos.

Así iban ascendiendo hasta el grado máximo que era el séptimo, al que llegaban ya ancianos y que justamente formaban el “Consejo de Ancianos”. A esta altura eran verdaderos sabios.

Esen muere a una edad muy avanzada y es sepultado junto al cuerpo de Moisés. Sus seguidores, en su homenaje y como tributo a su memoria, deciden llamarse Esenios.
Esta fraternidad estaba organizada en torno a bases comunitarias profundas, y a prácticas de un estricto ascetismo (del griego askesis, ejercicio), práctica de abnegación y de renuncia de los placeres mundanos con el fin de alcanzar el más alto grado de espiritualidad, de intelectualidad o de autoconciencia.
En filosofía griega, los seguidores del cinismo y del estoicismo se esforzaban en dominar el deseo y la pasión.

El asceticismo lo practican también algunos seguidores de casi todas las religiones. Casi siempre requiere abstinencia de comida, de bebida y de actividad sexual, es decir, ayuno y celibato, y a veces también sufrimiento físico o incomodidades, por ejemplo, soportar calores o fríos o la auto-punición, como ocurre en el sufismo o como practican los flagelantes.

El asceticismo puede exigir incluso la retirada del mundo para llevar una vida de meditación, como se hace en la práctica del yoga.
La orden, con unos 4.000 miembros, existió en Siria y en Palestina desde el siglo II a.C. hasta el II d.C. Sus principales asentamientos se encontraban a orillas del mar Muerto. A los esenios no se les menciona ni en la Biblia ni en la literatura rabínica, y toda la información con respecto a ellos está circunscrita a los escritos de Filón de Alejandría,(c. 20 a.C.- 50 d.C.), filósofo judío heleno.
Hay distintos grupos que han sido identificados como posibles prototipos de lo que era la comunidad u orden de los esenios. Dentro de estos grupos, los principales fueron los tsenium (los modestos o castos), los hashshaim (los callados), los hasidim harishonim (los santos ancianos o mayores), los nigiyye, los had Da 'ath (los puros de pensamiento) y los wattiqim (los hombres rigurosos). Estos términos aluden a las características de la orden, cuyas enseñanzas fundamentales eran el amor a Dios, el amor a la virtud y el amor al prójimo.

Los rasgos distintivos más importantes de la organización eran: la comunidad de los bienes y propiedades (distribuidas de acuerdo con las necesidades de cada uno), la estricta observancia del Sabat y un aseo escrupuloso (dentro del que se incluía el lavarse con agua fría y usar prendas de vestir blancas). Tenían prohibido jurar, emitir votos (salvo los exigidos para ser miembros de la orden), sacrificar animales, fabricar armas y participar en el comercio o hacer negocios.

La orden formaba sus grupos reclutando a niños que adoptaba o con aquellos que habían renunciado a todos sus bienes materiales. Se exigía una prueba temporal de tres años antes que el novicio pudiera emitir sus votos definitivos, que exigían una total obediencia y discreción. El romper un juramento podía significar ser expulsado de la orden. El hecho de que se prohibiera ingerir ningún alimento impuro constituía una ley que podía llegar a significar la muerte por inanición.

Como comunidad, los esenios fueron los primeros en condenar la esclavitud, considerándola una violación de los derechos consustanciales a los hombres; se sabe que incluso compraban y luego liberaban a personas que habían sido hechas esclavas. Los esenios vivían en pequeñas comunidades. Su trabajo fundamental se centraba en la agricultura y en la artesanía.

En 1947 salió a la luz con nuevo resplandor el mundo de los esenios, cuando se descubrieron unos antiguos manuscritos hebreos, cerca del mar Muerto, en Qirbet Qumran, lugar que puede haber sido, en el siglo I d.C., el sitio de asentamiento de alguna comunidad esenia. Entre los manuscritos había un manual de observancias religiosas y vida común, que puede relacionarse con el modelo de existencia que tenían los esenios, según lo que se ha podido averiguar en las fuentes griegas y latinas que hacen referencia a ellos.