DATOS INTERESANTES SOBRE VEGETARIANISMO
La Organización Mundial de la Salud ha resuelto combatir el hambre del mundo con alimentos vegetarianos por considerarlos más económicos y nutricionalmente más completos que los alimentos cárneos.
ECONÓMICOS: Por cada 16 Kg de cereales y legumbres sólo se obtiene 1 Kg de carne. En Diet for a Small Planet Francés Moore Lappé nos pide que imaginemos que la habitación está ocupada por 45 personas, cada una de ellas ante un tazón vacío. Con lo que ha costado producir un filete, podrían llenarse todos los tazones con cereal cocido. Jean Mayer (egresado de Harvard) experto en nutrición, estima que una reducción de tan sólo un 10% en la producción de carne permitiría disponer de los cereales suficientes para alimentar a 60 millones de personas. Pual y Anne Ehrlich informan que para cultivar 1 Kg de trigo sólo son necesarios 60 litros de agua, mientras que para producir 1 Kg de carne se requieren de 2,500 a 6,000 litros de agua. En 1973, el New York Post, desenmascaró un escandaloso abuso de este inestimable recurso: un gran matadero avícola de los Estados Unidos gastaba 45 millones de litros de agua diarios, cantidad que podía abastecer a una ciudad de 25,000 habitantes. Esto nos da la pauta de otro precio más que hay que pagar por consumir carne, es cada vez más obvio que los recursos de agua potable de este planeta no sólo se están contaminando sino que también están agotándose, y la industria cárnica es particularmente perjudicial al respecto. George Borgstrom dice que la cría y el engorde del ganado crea diez veces más contaminación que las zonas residenciales y tres veces más que las industriales.
DIETA NUTRICIONALMENTE COMPLETA: El doctor Paavo Airola, especialista en nutrición y biólogo natural, nos dice lo siguiente: “La cantidad oficial de proteínas diarias recomendada ha bajado de los 150 g aconsejados hace veinte años a tan sólo 45 g en nuestros días; un exceso de proteínas causan serios perjuicios al cuerpo, sobre todo en enfermedades del corazón y el cáncer. Para obtener 45 g de proteínas diarias en la dieta no es necesario comer carne; pueden conseguirse de una dieta 100% vegetariana, de cereales, lentejas, frutos secos, hortalizas y frutas”.
A continuación presentamos un cuadro comparativo para que observemos los valores de proteínas, hierro y calcio presentes en cada 100 g de alimento analizado, y veremos que los nutrientes del reino vegetal son superiores a los del reino animal.
Proteínas:
- Carne de vaca: 21.4 mg; hígado de oveja: 20.3 mg; pavo: 20.1 mg; cerdo: 12.4 mg
- Quesos duros: 46.0 mg; soja: 44.7 mg; semillas de calabaza: 30.5 mg; leche de vaca: 26.4 mg; leguminosas: 24.1 mg
Calcio:
- Sardina: 354 mg; salmón rosado: 181 mg; yemas: 141 mg; conejo: 18 mg; pato: 15 mg; riñón: 11 mg
- Quesos duros: 1180 mg; almendra y avellana: 254 mg; soja: 222 mg; perejil: 195 mg; castaña: 166 mg; espinaca: 106 mg
Hierro:
- Yemas: 7.2 mg; sardina: 3.5 mg; atún: 1.2 mg
- Lenteja: 8.6 mg; poroto: 6.3 mg; espinaca: 3.1 mg
RAZONES ÉTICAS: Son consideradas por muchas personas como las más importantes. El vegetarianismo ético comienza al saber que las demás criaturas sienten, y que sus sentimientos son similares a los nuestros. Este saber anima que ampliemos nuestra visión y seamos, también, conscientes del sufrimiento de los demás.
No existe el “matadero humanitario”. Toda la vida de un animal de engorde cautivo es innatural, pasando por el amamantado artificial, la castración y/o la estimulación mediante hormonas, la alimentación con una dieta anormal para cebarlo y, en su momento, interminables e incómodos viajes hasta el último final. Las jaulas, los aguijones eléctricos y el retorcimiento de los rabos, el temor y el miedo, todas estas cosas son parte de la cría, el transporte y la matanza “modernas”. Aceptar todas estas cosas y sólo preocuparse de la insensible brutalidad de los últimos segundos de la vida del animal, es falsear la palabra “humanitario”.
La verdad de la matanza de animales no es placentera; los mataderos industriales parecen visiones del infierno. Animales bramando a los que se les calla a golpes de maza, descargas eléctricas, o armas de aire comprimido. Después se los cuelga por las patas, y así, se los conduce a través de las factorías de la muerte mediante sistemas de arrastre mecanizados. Todavía con vida, se les corta el cuello y se rajan sus entrañas desangrándolas hasta que mueren. La mutilación y la matanza que se aplica a los animales de granja quedan excluidas de las normas que rigen el bienestar de las mascotas domésticas e incluso de los animales de laboratorio.
Muchos adoptarían el vegetarianismo, sin dudar, si visitaran un matadero, o si ellos mismos tuvieran que matar los animales que comen. Estas visitas deberían ser obligatorias para todo consumidor de carne. El ser humano que come un animal puede aducir que él no ha matado a nadie; pero cuando va al supermercado y compra carne bien empaquetada, está pagando a alguien para que mate por él, y tanto el uno como el otro se hacen merecedores de las reacciones negativas que esto implica. ¿Puede haber algo más hipócrita que ir a una marcha para la paz y después entrar a un expendio de hamburguesas o ir a casa a freírse un filete? Esta es la duplicidad que condenaba George Bernard Shaw cuando dice: “Los domingos oramos para que se haga luz que guíe nuestros pasos en la senda que hacemos; repudiamos las guerras, no ansiamos luchar y, mientras tanto, nos atiborramos de cadáveres”.
O como dice Srila Prabhupada en su explicación del Bhagavad Gita: “Aquellos que matan animales y los hacen sufrir innecesariamente como la gente hace en los mataderos, morirán de la misma manera en su siguiente vida y en muchas otras sucesivas…”. En las Escrituras judío-cristianas se dice claramente: “No matarás”. No obstante, incluso los dirigentes de las grandes religiones, dando todo tipo de excusas, permiten y disfrutan de la matanza de animales haciéndose pasar, al mismo tiempo, por personas santas. Esta hipocresía burda que se da en la sociedad humana ocasiona innumerables calamidades, personas van al campo de batalla y se matan entre ellos.
No desaparecerá el hambre del mundo, ni se obtendrá la paz tan ansiada, tan sólo por hacer marchas y peticiones, sino que será el fruto de un CAMBIO DE CONSCIENCIA, cuya base será la educación. Deberemos, pues, educar a la gente en general sobre las terribles consecuencias de matar inocentes animales y niños aún no nacidos. ¿Puede el sufrimiento tan grande perderse en la nada sin repercutir en la conducta humana? La violencia contra los animales es real y dramática tanto como la que se practica contra el ser humano o tal vez más si se tiene en cuenta que están completamente indefensos frente a la tiranía y manipulación abusiva por parte del ser humano.
Todos los seres y las cosas constituyen un solo organismo y nada puede ser matado o violentado sin alterar la armonía del conjunto. Es verdad que los vegetarianos matan a las plantas, y eso también implica violencia; en verdad estamos “forzados a comer”, y a este respecto los Vedas (antiguos textos de conocimiento) dicen “jivo jivasa jivanam”: todo ser vivo es alimento para otro en la lucha por la existencia. Es decir, el problema no radica en cómo evitar toda clase de matanza, un logro imposible, sino en cómo causar el menor sufrimiento a las demás criaturas en la búsqueda de bienes nutritivos para el cuerpo.
-Tomado de la Introducción del libro “Cocina Natural (51 recetas)”