Incrementar el consumo de vitamina C: ya que si bien esta vitamina no
impide que nos resfriemos, estimula al sistema de defensas del organismo
y en caso de enfermar, facilita la curación así como disminuye el
tiempo de secreción nasal.
Controlar el estrés: la tensión
constante y las preocupaciones continuas debilitan al sistema inmune al
elevar el nivel de cortisol en el
organismo, por eso, un masaje, una trotadita o una simple canción nos
permitirán relajarnos para reducir el estrés y así mantener lejos las
enfermedades.
Ejercicio con regularidad: el ejercicio físico
estimula la actividad y producción de células inmunitarias, y aunque el
efecto dura hasta unas pocas horas después del mismo, si éste se
realiza en forma regular, gozaremos de mejores defensas a lo largo del
tiempo.
Actitud positiva: ser optimista y tener una actitud
positiva son otro de los factores que contribuyen a controlar las
enfermedades y reforzar las defensas en el cuerpo, pues parece haber una
fuerte conexión cerebro-sistema inmunitario.
Ingerir
quercetina: esta sustancia con fuerte poder antioxidante ayuda a
estimular el sistema inmunitario y podemos encontrarla naturalmente en
las manzanas rojas, el brócoli.
Lavarse las manos: tomar ésta
acción como un hábito regular puede mantenernos lejos de la gripe,
resfriados y hasta gastroenteritis u otras infecciones bacterianas y
virales.
Éstos sencillos consejos pueden ayudarnos a reforzar
las defensas del organismo y protegernos de las enfermedades que tanto
incrementan su presencia junto a los climas fríos.
Es fácil cuidarnos si tenemos quien nos cuide, por eso, protejamos y estimulemos nuestras propias defensas.
Controlar el estrés: la tensión constante y las preocupaciones continuas debilitan al sistema inmune al elevar el nivel de cortisol en el organismo, por eso, un masaje, una trotadita o una simple canción nos permitirán relajarnos para reducir el estrés y así mantener lejos las enfermedades.
Ejercicio con regularidad: el ejercicio físico estimula la actividad y producción de células inmunitarias, y aunque el efecto dura hasta unas pocas horas después del mismo, si éste se realiza en forma regular, gozaremos de mejores defensas a lo largo del tiempo.
Actitud positiva: ser optimista y tener una actitud positiva son otro de los factores que contribuyen a controlar las enfermedades y reforzar las defensas en el cuerpo, pues parece haber una fuerte conexión cerebro-sistema inmunitario.
Ingerir quercetina: esta sustancia con fuerte poder antioxidante ayuda a estimular el sistema inmunitario y podemos encontrarla naturalmente en las manzanas rojas, el brócoli.
Lavarse las manos: tomar ésta acción como un hábito regular puede mantenernos lejos de la gripe, resfriados y hasta gastroenteritis u otras infecciones bacterianas y virales.
Éstos sencillos consejos pueden ayudarnos a reforzar las defensas del organismo y protegernos de las enfermedades que tanto incrementan su presencia junto a los climas fríos.
Es fácil cuidarnos si tenemos quien nos cuide, por eso, protejamos y estimulemos nuestras propias defensas.