Piercing en la lengua
La revista Archives of Neurology reporta el caso de un joven de 22 años que sufrió múltiples abscesos cerebrales y murió pocas semanas después de ponerse un piercing en la lengua.
El piercing es un foco de infección local y una puerta de entrada a los microorganismos que desde ahí invaden el torrente sanguíneo, y como parte de la sangre venosa de la lengua llega a las cercanías del cerebro, se incrementan las probabilidades de tener infecciones serias o mortales en este órgano.
También es posible que las bacterias lleguen a las válvulas del corazón, provocando endocarditis bacteriana.
Por otra parte, los piercings pueden producir daño en los dientes que va del desgaste hasta la rotura de los mismos, gingivitis y sangrado crónico.
La lengua, más que cualquier otra parte del cuerpo, es susceptible al riesgo de infección. En su estado natural, la boca contiene numerosas bacterias, lo que favorece la aparición de infecciones si el piercing no ha sido bien desinfectado antes de su colocación. Estas infecciones pueden afectar desde las mandíbulas a toda la boca.
Si además la persona padece problemas dentales o bucales, colocarse un piercing en la lengua puede ser una mala idea, no sólo por el riesgo de infección adicional sino porque deberá ser retirado cada vez que sea necesario realizar una radiografía.
Como siempre, puede suceder que la persona que tiene un piercing en la lengua no sufra ningún problema, pero debe entender que los riesgos de sufrir estas complicaciones se incrementan y las personas que los portan deben esmerarse en su higiene oral y acudir al médico ante cualquier eventualidad.
…o no usar piercings en la lengua.
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